jueves, 24 de febrero de 2011

DE ESPAÑA,DE MEXICO Y DE NUESTRAS LUCHAS

Dedicado a los que aman y luchan por su Patria, por la Justicia Social y por la Libertad Digna, en España, en México y en toda la Tierra.




“Porque estos tiempos no son como los de antes, y los aedas de ahora no han de cantar guerras bárbaras de pueblo contra pueblo para ver cuál puede más, ni peleas de hombre con hombre para ver quién es más fuerte; lo que ha de hacer el poeta de ahora es aconsejar a los hombres que se quieran bien, y pintar todo lo hermoso del mundo, de manera que se vea en los versos como si estuviera pintado con colores, y castigar con la poesía como con un látigo, a los que quieran quitar a los hombres su libertad, o roben con leyes pícaras el dinero de los pueblos, o quieran que los hombres de su país les obedezcan como ovejas y les laman la mano como perros.
Los versos no se han de hacer para decir que se está contento o se está triste, sino para ser útil al mundo, enseñándole que la Naturaleza es hermosa, que la vida es un deber, que la muerte no es fea, que nadie debe estar triste ni acobardarse mientras haya libros en las librerías, y luz en el cielo, y amigos, y madres.
El que tenga p
enas, lea las Vidas Paralelas de Plutarco, que dan deseo de ser como aquellos hombres de antes, y mejor, porque ahora la tierra ha vivido más, y se puede ser hombre de más amor y delicadeza.
Antes todo se hacía con los puños: ahora la fuerza está en el saber, más que en los puñetazos; aunque es bueno aprender a defenderse, porque siempre hay gente bestial en el mundo, y porque la fuerza da salud, y porque se ha de estar pronto a pelear, para cuando un pueblo ladrón quiera venir a robarnos nuestro pueblo.”

(La Edad de Oro. José Martí)


DE ESPAÑA, DE MÉXICO Y NUESTRAS LUCHAS.


1.- DE MÉXICO



En México existe una sensibilidad a flor de piel sobre toda sospecha de neo-colonialismo.
México tiene una historia de milenios pero no como un Pueblo ya formado y estático. Eso no existe en la historia ni de la especie humana ni de cada persona. Y no es gratuita: México ha tenido

demasiadas derrotas ante los viejos Imperios europeos, ante el Imperialismo norteamericano ya sin necesidad de ejército y ahora, ante el Imperialismo y Colonialismo de los Amos del Dinero y la Finanza.
Las Culturas van cambiándose, se transforman. Pueblos que antaño fueron imperios, cayeron como colonias, pueblos guerreros, se hicieron filósofos, filósofos, terminaron como Pueblos guerreros, etc....
Así como hubo paganos opresores y cristianos de alimento en los circos, también hubo cristianos sometiendo y esclavizando. Así como ateos que fueron censurados y ateos que censuraron gravemente.
Lo importante de nuestro tiempo es esto mismo: ES NUESTRO TIEMPO.
Nos toca a nosotros seguir exaltando la eterna revancha de unos contra otros o imaginar otras posibles alternativas.
España y Europa llegaron en 1492, a un Continente con varias Civilizaciones de diferente nivel de evolución. Desde las meramente instintivas a las más complejas, ricas y con abundancia de sabiduría, ciencia y espiritualidad. Algunas ya solo en la Memoria, como la Teotihuacana.

No fue nada grata esa época, porque fueron choques violentos y profundos cambios en todos los aspectos.

La Historia de España en México, debe estudiarse. Fueron 300 años de Colonia y dejaron balance positivo y negativo.
Pero mal haríamos en pretender caminar mirando hacia atrás.

Se debe estudiar la Colonia como se debe estudiar también a los Toltecas y a los Mayas, a los Seris y los Mixtecos… Y como debemos estudiar también a los griegos y a los latinos.

Porque debemos recordar también a aquellos paisanos, que aún sueñan con un retorno a la Colonia y suspiran por llamarse novohispanos: Ya no hay vuelta al pasado.

Las monarquías posteriores fueron tan breves que no atinaron a dejar un legado extenso, aunque si simbólico.
Así pues, la Nación Mexicana ha ido forjándose con los Siglos. Con múltiples Herencias.

El México de ahora, no es el México filosófico-místico y guerrero de los Toltecas o el imperial de los Pueblos del Valle Central, ni el de los científicos del Mayab.

Y la actual realidad terrible de criminalidad y sangre, de gobernantes corruptos, desgraciadamente existe ahora como antaño pudo ser...

Pero NO SIGNIFICA QUE TODOS LOS MEXICANOS PARTICIPEMOS EN LA ORGIA DE SANGRE.

Ni ahora, ni en el Pasado.


2.- DE ESPAÑA:

La España de ahora NO ES LA ESPAÑA COLONIAL.

En la Historia, hay delitos y penas. En cualquier Nación. En cualquier época.

Y hay glorias y hay Sabiduría.

España vive ahora grandes desafíos para evitar ser convertida en un campo de explotación salvaje por el mismo modelo que nos explota a nosotros:
Desempleo explosivo, corrupción, mafias, migración y racismo, prejuicios y fanatismos de diverso signo, especulación y empobrecimiento de las masas populares.

Ciertamente, con las diferencias que un estudio de alguien más conocedor, podría extender.

España de ahora, es resultado de su propia Historia. Hay quienes aprendieron y hay quienes no. Mal haríamos por lo tanto, en alzar la espada sospechando de neo colonialismo. NI ante un español ni ante un norteamericano.

Porque la lucha que nos ha acercado no es contra fulano o sutano, ni contra el pueblo español, ni contra el pueblo norteamericano.



La lucha que nos une a los seres humanos es hacer soberana y digna a la Patria de cada uno.

Así como los verdaderos amigos se hablan como hermanos, así los Pueblos pueden y deben verse como comunidades de amigos. De Hermanos con sus respectivas historias, herencias, sabiduría, gustos, creencias.
Para los Pueblos que han sido tantas veces vapuleados y agraviados, como el nuestro, es necesario decir lo que deben decir todos los Pueblos:

"Somos los Hijos de nuestra propia Historia, creadores y padres de nuestro propio futuro".

Cuando tenemos Gobiernos que facilitan a los grandes empresarios de origen extranjero la explotación de los trabajadores de México, es necesario reivindicar la Soberanía junto a la lucha por la Justicia Social.

Por eso, ambas Ideas son hermanas: Patria y Pueblo.

Pero en España, también luchan por eso. Por hacer su Patria libre de los que manejan el dinero y la vida pública de los pueblos a su antojo. Y también luchan por que ese Pueblo tenga el pan y la vivienda, la democracia y la educación para saberla practicar, trabajo y dignidad, libertad de pensar, creer, discernir y convivir.

En Resumen: también quieren Patria, Justicia y Libertad.



Revolucion Sinarquista
Patria,justicia y libertad


3.- DE NOSOTROS Y NUESTRO TIEMPO

Pienso en nosotros. Nosotros los que vivimos en éste tiempo y en éste espacio. Los Seres Humanos que trabajamos, que estudiamos, que amamos, que luchamos, que padecemos, que renegamos, que nos rebelamos y que soñamos.

No pienso en los grandes “afortunados”. Ni en Slim, ni en Azcarraga, ni en los del Grupo PRISA de España, ni en los funcionarios que no funcionan, ni aquí ni en España.

Pienso en los que trabajamos. Estudiantes, amas de casa, tortilleras, cargadores,migrantes, desempleados, profesionistas que pelean por tener trabajo digno y estable o su propio camino, los campesinos, los que han sido victimas de la violencia criminal de las mafias o de los gobernantes. Pienso en los que no tenemos fortunas y por eso aspiramos a Otro Mundo.

A Otro México y Otra España.

Porque amamos a México precisamente porque nos duele ver cómo está. Y los españoles bien nacidos, aman a España porque es su tierra y hogar y tampoco les gusta que reine la injusticia, el hambre, el “paro” y la corrupción.

El trabajo de un Movimiento patriótico, democrático, popular, social-comunitario, es provocar los cambios necesarios para tener ese México que SI queremos: Justo, prospero, digno, democrático, orgulloso, libre, soberano y eterno.

Y para lograrlo, tenemos que entender que la lucha no es ni entre personas, ni entre Pueblos.



4.- EL "ENEMIGO"

Es CONTRA UN SISTEMA. O sea, una forma de organizar la humanidad para la explotación y la avaricia. Una forma de organización de la política,la economía, las estrategias financieras, la información y la manipulación de las culturas. La explotación de grandes mayorias humanas en la miseria por una minoría que vive en derroche.

Por eso, antes que el prejuicio, debemos preguntarnos que piensa aquel otro. Más allá de las etiquetas tradicionales, más allá de lo que la Historia Oficial o los Medios nos dicen que creamos.

Hay que reflexionar, ejercer criterio, discernir.

EL DIÁLOGO - como lo mencionaba Paulo Freire- es el proceso donde una Comunidad Humana comparte ideas, experiencias y esperanzas.

Para los Sinarquistas, la clave está en vernos a los ojos como seres humanos que quieren resolver sus necesidades urgentes para cada uno y sus familias.

Quien se indigna y se rebela contra la explotación y la injusticia y también se empeña en que todos tengan lo necesario para la vida digna… Entonces ese es nuestro Camarada.

Ya habrá etiquetas que otros nos pongan o inventen para dividirnos. Para enfrentarnos.

Pero que lo que nos una sea mucho más poderoso:

La Comunidad Solidaria, la Patria, la Justicia Social y la Digna Libertad.


La Comunidad. Eje de una Nueva Sociedad.






domingo, 20 de febrero de 2011

LA LEYENDA DE LOS SOLES


La Leyenda náhuatl de los Cinco Soles es fundamental para entender la evolución humana de manera simbólica. Con todas las variantes que existen refiere que en el principio de los tiempos no existía nada y fue entonces que el Señor de la Dualidad Divina, Ometecuhtli, creó a Tonacacihuatl, la Señora de Nuestra Carne y a Tonacatecuhtli el Señor de Nuestra Carne para que poblaran la tierra. Ellos se reprodujeron y tuvieron a cuatro hijos llamados: Tezcatlipoca Rojo, Tezcatlipoca Negro, Tezcatlipoca Blanco y Tezcatlipoca Azul. Luego los Tezcatlipocas pensaron que deberían crear una obra para que los veneraran como dioses. Tezcatlipoca Azul hizo una gran hoguera y los hermanos se centraron a su alrededor para crear a los seres humanos. Así nació el hombre y lo llamaron Huehuecoyotl y le crearon a su mujer. Les ordenaron tener hijos y les crearon a los animales, las montañas, los mares, los lagos y les dejaron como misión adorar a los cuatro dioses. Sin embargo, la obra no era perfecta porque Tlaltipac estaba en tinieblas, dado que no existía el Sol.

Fue entonces, que Tezatlipoca Blanco-Quetzalcóatl convirtió la hoguera en un débil Sol, lo que hizo que Tezcatlipoca Negro molesto se convirtiera en un potente Sol, que destruye la vida y marchita las plantas. Los gigantes que habitaban el mundo en aquella época llamados Tzoculiceque se alimentaban de los piñones. Fue Tezcatlipoca Blanco-Quetzalcóatl el que derribó de un bastonazo a ese inclemente sol y Tezcatlipoca Negro cayó en el fondo de un lago y emergió transformado en un inmenso jaguar, al que lo seguían muchos jaguares que devoraron a los gigantes. Este fue el Sol de Tierra o Tlaltipactonantiuh.

El siguiente Sol se creó porque Quetzalcóatl se transformó en Sol, pero fue un Sol menos intenso, lo que provocó que la agricultura prosperara y que los seres humanos se alimentaran de una fruta silvestre llamada acotzintli. Pero un día Tezcatlipoca Negro convertido en jaguar trepó a los cielos y de un zarpazo derribó a su hermano Tezcatlipoca Blanco-Quetzalcóatl, lo que provocó un vendaval que desgarraba los cerros, sembrando destrucción. Por la fuerza del viento los seres humanos tenían que caminar encorvados, por lo que se convirtieron en monos. Este Sol se le llamó Sol de Viento o Ehecatonatiuh.

El tercer Sol se creó cuando Tláloc toma el lugar de Quetzalcóatl y se convierte en Sol. Tlaltipac se vuelve a poblar y los seres humanos ahora se alimentan de maíz de agua. Al tiempo los seres humanos empezaron a corromperse con prácticas inmorales y a desatender sus obligaciones con los dioses. La tierra se convirtió en un páramo, de modo que Quetzalcóatl le ordena a Xiuhtecuhtli, Señor del Fuego, que destruya a la humanidad. Del cielo empezó a llover fuego y los seres humanos se convirtieron en aves. Este Sol se llamó Xiuhtonatiuh.

El siguiente Sol se creó por órdenes de Tezcatlipoca Azul-Huitzilopochtli (para los mexicas), quién ordenó a Chalchuiuhcueye, La Señora de las Faldas de Esmeraldas convertirse en Sol. El alimento de los seres humanos fue Nahui-xochitl. Pero en la lucha cósmica de los contrarios, Tezcatlipoca obliga a Chalchuiuhcueye a destruir a la humanidad, por lo cual empieza a llover de manera permanente hasta que los seres humanos se convierten en peces y los cielos perdieron el equilibrio y cayeron sobre la tierra. Este Sol se llamó Atonatiuh.

Entonces, los dioses apenados por sus errores se reunieron de nuevo en Teotihuacan y rectificar, decidieron crear a cuatro hombres llamados: Atemoc, Itzacoatl, Itzamaliza y Tenoch. Los cuatro emergieron por los cuatro puntos cardinales convertidos en frondosos árboles. Levantaron los 13 cielos y reconstruyeron los 9 estratos del Mictlán . Los dioses ordenaron a Tezcatlipoca Blanco-Quetzalcóatl que viajara al Mictlán y le pidiera al Mictlantecuhtli, el Señor de la Muerte, que le diera los huesos de los seres humanos de que habían muerto en el Sol anterior. El Señor de la Muerte le puso unas pruebas que Quetzalcóatl pudo superar con ayuda de los insectos y su nagual Xólotl para rescatar a las “reliquias divinas” a las que dio vida al sangrarse su miembro sobre los huesos. Faltaba el alimento de los seres humanos del nuevo Sol. De modo que los dioses decidieron que nuevamente Tezcatlipoca Blanco-Quetzalcóatl, ahora convertido en una hormiga localizara el Monte del Sustento llamado en náhuatl Tonacaltepetl y que trajera el maíz y las semillas para la nueva alimentación de los seres humanos.

Los dioses se volvieron reunir en Teotihuacan y decidieron crear el Quinto Sol, pues Tlaltipac estaba a obscuras. Acordaron que uno de ellos se convertiría en Sol, para lo cual hicieron una gran hoguera y escogieron a Tecucciztecatl y a Nanahuatzin para que ayunaran por 13 días y purificaran su cuerpo y su espíritu. Mientras el primero evitó el sacrificio ofrendado joyas y piedras preciosas, el segundo se entregó con devoción a sacrificarse para lograr la purificación.

Cuando los dioses ordenaron a Tecucciztecatl saltar a la gran hoguera, no encontró el valor y la fuerza interna para hacerlo. Después de varios intentos fallidos, los dioses ordenaron a Nanahuatzin que saltara, lo cual hizo de inmediato. Poco tiempo después, en el horizonte apreció Nanahuatzin convertido en el Quinto Sol, pero enseguida, apareció por el Oriente Tecucciztecatl también convertido en Sol. Los dioses dialogaron y concluyeron que no podía haber dos Soles, de modo que tomaron a un conejo que pasaba y lo arrojaron sobre la cara de Tecucciztecatl, para opacar su luz y éste se convirtió en la Luna.

A pesar de todo lo hecho por los dioses el Sol no tenía movimiento. Nuevamente los dioses dialogaron y concluyeron que todos ellos debían sacrificarse, arrojándose también a la hoguera, para darle vida y movimiento al Quinto Sol. El único que no quiso saltar fue Xólotl, pero fue perseguido por Quetzalcóatl y aún cuando pretendía evadir su destino convirtiéndose en maíz, maguey y ajolote. El sacrificio de los dioses dio como resultado la creación y la vida del Quinto Sol. Las divinidades se tuvieron que sacrificarse para que los seres humanos pudieran vivir. Por eso el nombre que le dieron al pueblo fue de macehualli o macehual, que significa en náhuatl “Merecido del sacrificio de los dioses”. Esto explica, filosóficamente, el profundo sentido de sacrificio que tenía la vida para los anahuacas y en los mexicanos contemporáneos. Los dioses se sacrificaron para darles la vida y los seres humanos “alimentaban” a los dioses a través de sacrificarles “espiritualmente”. Este concepto es del período Clásico, pues Tlacaelel el Ciuhacóatl mexica cambió el sacrificio espiritual por el sacrificio material, al final del período Postclásico. Pero eso lo trataremos más adelante.

“Confirmando los mitos, éstas imágenes subrayan el papel esencial que juega el hombre en el mantenimiento de la armonía cósmica asegurada únicamente por la constante regeneración espiritual.” (Laurette Séjurné. 1957)
Podemos encontrar en la Leyenda de los Cinco Soles, cómo los antiguos mexicanos de una manera metafórica, nos hablan de una evolución y una serie de procesos en la búsqueda de mejores estadios de desarrollo humano. Esta conciencia no lineal de la evolución, en la que intervienen las fuerzas opuestas y complementarias del universo y los seres humanos, nos indica una visión más científica que los mitos de origen de la cultura judeocristiana. El aspecto filosófico esta presente en la historia y explica las actitudes que han tenido y tienen los mexicanos de ayer y de hoy, con respecto a lo divino y lo sagrado, con la vida y con la muerte.

“Ninguna otra cultura de la antigüedad llegó a formular, como ellos (los mayas) tal número de módulos y categorías calendáricas ni tantas relaciones matemáticas para enmarcar, con infatigable anhelo de exactitud, la realidad cíclica del tiempo desde los más variados puntos de vista. Al mencionar algunos de sus logros en el campo de la astronomía, la cronología y las matemáticas, nuestro propósito ha sido destacar lo más conocido de la sabiduría acerca de las medidas del tiempo.”

(Miguel León portilla. 1968) (Tomado del libro RAICES Y ESENCIA DEL MEXICO ANTIGUO. Guillermo Marín 2004)

HIEROFANIAS DEL ANAHUAK





HIEROFANIAS DEL ANÁHUAC
Guillermo Marín


Los antiguos mexicanos forman parte de una sola civilización, por más culturas diferentes que han existido en tiempo y espacio en el Anáhuac. Lo que implica, fundamentalmente, que compartieron una misma matriz filosófica cultural.





Este conjunto de ideas que explica la vida y la muerte y su relación con la naturaleza, el universo, así como el sentido sagrado y divino de la existencia, en lo fundamental, no es muy diferente de las otras cinco civilizaciones Madre del planeta. En efecto, cuando un ser humano o un pueblo han llegado a un estadio superior de desarrollo, cuando han satisfecho las necesidades básicas de subsistencia material, necesariamente buscan darle significado a su vida y trascender su existencia en el plano espiritual, sagrado y divino. Porque la toma de conciencia de un mundo real y significativo se halla en íntima relación con el descubrimiento de lo sagrado.





Aunque la agricultura se inventa en el Cem Anáhuac hacia el sexto milenio antes de la era cristiana, la Cultura Madre aparece decantada y con su propia personalidad, entre los estados de Veracruz y Tabasco alrededor del año mil quinientos a.C. Los olmecas nos dejaron testimonios de las bases de lo que será la civilización del Anáhuac. En el Período conocido como Formativo o Preclásico, los Viejos Abuelos desarrollaron y perfeccionaron los sistemas: alimentario, de salud, de educación y de organización social, que serán los cimientos estructurales de donde se desprenderá lo que más adelante se conocerá como Período de Esplendor o Clásico, que comprende del 200 a.C. al 850 d.C.





Los toltecas llevarán al cenit civilizatorio el proyecto filosófico del Cem Anáhuac que iniciaron los olmecas. Testimonio de esta continuidad “filosófico-cultural-sagrado-divina” la podemos apreciar en la iconografía, que nos presenta los diseños y símbolos fundamentales que dejaron esculpidos, labrados, pintados o bordados: como el quincunce, la serpiente emplumada, el jaguar, el águila y la dualidad divina a partir del par de opuestos complementarios que “humanizan” al mundo y que se observan claramente a través de dos perfiles encontrados de dos serpientes o dos quetzales. Y por supuesto el sistema constructivo de pirámides truncadas, juegos de pelota, patios cuadrados flanqueados por cuatro habitaciones, estelas, esculturas en tres dimensiones y un largo etcétera, que llegará casi intacto y con pequeñas variantes hasta la misma llegada de los españoles.





Poca gente observa estas similitudes que se mantuvieron por lo menos 3 milenios, no solo en el Cem Anáhuac, sino que asombrosamente, lo comparten todos los pueblos indígenas desde Alaska hasta Tierra del Fuego; pero que la visión eurocentrista y colonizadora nunca ha aceptado que en estas tierras existían antes de la invasión, pueblos con una civilización mucho más adelantada que la europea de aquellos tiempos. Y lo que también es importante señalar, que todos los pueblos compartían una misma matriz “filosófica-cultural-divina-sagrada”. Los colonizadores siempre han estudiado a los pueblos y culturas invadidas por sus diferencias, no por sus semejanzas. Las cuales son muchas y muy asombrosas.





Pero el punto de esta reflexión es la necesidad de conocer la estructura del pensamiento filosófico-religioso del Anáhuac, para que a partir de su esencia y su raíz, podamos entender y visualizar el tronco y la fronda del proyecto civilizatorio que eminentemente es de carácter sagrado y divino. Este desafío es fundamental para entender de raíz nuestra civilización Madre y acabar para siempre la paupérrima visión colonizadora. La Hermenéutica del México Antiguo se nos presenta como una próxima tarea urgente a emprender.





Nuestros antepasados más remotos, después de haber logrado satisfacer las necesidades básicas de subsistencia, enfocaron toda su capacidad, talento y sensibilidad para trascender los limitados espacios materiales de la vida y penetrar a los insondables campos del Espíritu Humano, el Universo y llegar a la fuente primigenia, es decir, despegarse del mundo profano y entrar al universo de los sagrado y de lo divino. La toma de conciencia de la sacralidad del mundo y de la vida, liberan al ser humano de su estado animal-profano, donde satisfacer sus necesidades materiales es todo cuanto existe en el perímetro de su existencia elemental. La conciencia de un mundo sagrado y la sacralidad de la vida humana permitieron a los Viejos Abuelos crear su portentoso universo cultural. La conciencia de lo sagrado fundamenta ontológicamente la existencia de la Civilización del Anáhuac. El Anáhuac empieza a ser mundo en la medida en que se devela su sacralidad y el ser humano deja de ser un animal con necesidades básicas materiales, hasta que toma conciencia de su potencial espiritual, su sacralidad y su misión en la vida y el universo.





Lo hicieron los egipcios, los mesopotámicos, los chinos, los indios y por supuesto que también lo hicieron nuestros Viejos Abuelos.





Este conocimiento es el legado más importante que hemos heredado de miles de años de evolución y desarrollo humano. A este conocimiento los Viejos Abuelos le llamaron TOLTECÁYOTL y se entiende como el legado de los toltecas. Nuestra incapacidad para entender lo más preciado de nuestro legado histórico-cultural, deviene en parte de que actualmente vivimos en una cultura materialista, desacralizada y pragmática; y por supuesto, por el colonialismo mental, cultural y espiritual en el que hemos vivido los últimos cinco siglos.





Las bases de este conjunto de ideas es que la tierra es un ser vivo con conciencia y vive ciclos cósmicos. Que el ser humano y la Tierra están en íntima relación interdependiente. Que en la búsqueda de la perfección humana, la tierra sufre cataclismos y que reinicia de nuevo, con la experiencia acumulada del ciclo anterior. De esta manera, el sentido histórico es cíclico y no lineal. Este concepto se explica en el mito de la creación del Quinto Sol. El tiempo deja de ser ordinario y pasa a ser sagrado en la medida de que el ser humano toma conciencia de su responsabilidad y su misión en el mantenimiento del equilibrio energético y la pureza espiritual que debe de alcanzar.





Existe una fuente suprema de la energía creadora, invisible, impalpable, innombrable, que se inventó así misma. Este principio creador tendrá muchas advocaciones diferentes y representaciones parciales de su grandeza. Estas múltiples manifestaciones sacras los europeos las han traducido como “dioses”, pero no lo son. Pues en verdad actúan como representaciones parciales de la sacra totalidad.





De esta manera tenemos “expresiones parciales” de lo inconmensurable. No son dioses en el sentido Occidental, sino manifestaciones fragmentadas de una misma totalidad. Así que el Sol, la Luna, Venus, La Vía Láctea, el agua, el viento, el fuego, la dualidad, la serpiente emplumada, el jaguar, la serpiente, entre otros, son solo símbolos metafóricos de la divinidad que entra en contacto con los humanos y el mundo profano.





Existen siete puntos cardinales de la existencia humana. El ombligo o centro unificador del universo. Los cuatro rumbos de la existencia dirigidos a los cuatro puntos cardinales. Cada uno de ellos tiene un significado filosófico, religioso y esotérico. El cielo que cuenta con trece niveles hacia el cenit y el inframundo que posee nueve niveles hacia las profundidades.





El ser humano realiza su existencia material entre los primeros cinco puntos. Empieza a ser “trascendente” en la medida que toma conciencia de su potencial espiritual. En ese momento nace la historia y la cultura. Si logra equilibrar el par de opuestos complementarios que surgen de la relación Norte-Sur y Oriente-Poniente en el “centro unificador”, logrará la elevación y trascendencia. Pero si desarrolla más alguno de los opuestos complementarios, el desequilibrio lo arrastrará al abismo de la estupidez humana. De esta manera la búsqueda del “equilibrio” resulta uno de los elementos fundamentales para entender esta filosofía y su íntima relación con el quincunce, macuilxochitl o la cruz de Quetzalcóatl, revelaciones de una interpretación filosófica, religiosa y sagrada del Anáhuac.





El ser humano fue creado por el sacrificio de “los dioses”. Por ello se nombra “masehual”, que significa “merecido del sacrificio de los dioses” y en consecuencia su vida será un sacrificio espiritual permanente. El ser humano encuentra un significado a su vida, más allá de tener comida, vestido y techo. El mundo material profano es solo un medio para penetrar al mundo espiritual sagrado. Es precisamente la toma de conciencia de la sacralidad y la divinidad lo que nos hace humanos. Aquí se encuentra la base de nuestra civilización. Los dos grandes objetivos existenciales que tiene el ser humano son el de ayudar a los dioses al sostenimiento del universo y el de trascender su existencia material en el plano espiritual. Sin esta misión la vida del ser humano no tiene ningún sentido.





Del primero diremos que a diferencia de la cultura Occidental, donde Dios ha creado a su imagen y semejanza al ser humano y le entrega a la Tierra y todos los seres que en ella viven para su dominación, explotación y transformación. En cambio, los antiguos mexicanos interpretan a la Tierra como su “madre querida” y se ubican como sus pequeños hijos. Tienen como obligación, no solo velar por preservarla y mantener el equilibrio original, sino también “humanizarla” a partir de la energía espiritual que puede producir el ser humano a través de una vida virtuosa.





Este aspecto es muy importante. La humanización del mundo implica darle un sentido sagrado y divino “a todo lo que nos rodea”. Es solo el ser humano, quien puede hacer este milagro a partir de su potencial espiritual. Este es uno de los propósitos más importantes de la civilización del Anáhuac. Una misión que rebasa con mucho a un solo individuo, a un pueblo y a muchas generaciones. El concepto de una responsabilidad histórica y colectiva, seguirá viva aún en el periodo Postclásico decadente, aunque transgredido por las reformas ideológicas-religiosas del cihuacóatl mexica llamado Tlacaélel. Y nos explica cabalmente como fue posible realizar proyectos constructivos de más de un milenio de duración, como el caso de Monte Alban, que inició su construcción en el año 500 a.C y fue abandonado mil trescientos cincuenta años después en el 850 d.C.





El segundo objetivo civilizatorio es la búsqueda individual de la trascendencia existencial a partir de un trabajo muy decantado y difícil, que implica el dominio y conocimiento de sí mismo a partir enseñanzas muy sofisticadas de carácter hermético. En el que básicamente se toma al mundo y a los seres humanos como cargas energéticas y productores de energía.





A este segundo objetivo le llamaron los toltecas simbólicamente “La Guerra Florida”. Los valientes que la emprendían se les llamaban “guerreros” y según su carga energética podían ser águilas o tigres. Sus armas eran “flor y canto”, entendidos como belleza y sabiduría. El objetivo supremo de los guerreros de la muerte florecida era “hacer florecer su corazón” y darse como alimento espiritual a su pueblo.





Es importante apuntar que los Viejos Abuelos mantenían una cohesión social muy sólida y estratificada. Que existían “el ala y la cola” de la sociedad integrada por masehuales. Personas que vivían su vida de manera común y corriente. Campesinos, artesanos, servidores públicos y lo que podríamos identificar como especialistas en la medicina, la construcción, el arte, la ecuación, la religión, etc. Guiados por las sólidas bases sociales, religiosas y morales que les proporcionaban una reducida élite de personas que se dedicaban totalmente a el estudio, la investigación y sistematización del potencial espiritual-energético del ser humano. Estas elites vivían en los alrededores de los que hoy conocemos como “zonas arqueológicas”, que nunca fueron ciudades, palacios o fortalezas, como las mentes colonizadas e ignorantes presuponen en la “historia oficial”.





Lo que no han querido aceptar los colonizadores, es que los Viejos Abuelos poseían una profunda y decantada sabiduría humana. Tan importante como las producidas por las civilizaciones de Egipto, China o India. Que su proyecto civilizatorio estaba más allá de “la dominación y explotación” del mundo material. Que el potencial de su sabiduría estaba enfocado a alcanzar la aspiración más elevada de la conciencia humana. Nos referimos a trascender al plano divino y sagrado de la existencia a partir del desarrollo espiritual.





Los colonizadores desde el Siglo XVI hasta hoy, no aceptan que los pueblos originarios y los hijos de sus hijos posean la condición humana” y por supuesto, mucho menos reconocen el grado de desarrollo material que tenía la civilización del Anáhuac. Aún en el siglo XVI y en pleno Periodo Postclásico decadente los pueblos del Cem Anáhuac tenían mucha mayor calidad y nivel de vida que los pueblos europeos. Esta es una inmensa verdad que los “investigadores” no han querido ver y que echa por tierra todo el discurso cientista colonizador de la inferioridad cultural de los invadidos y conquistados. Veamos por qué:





La alimentación de los Viejos Abuelos era de mayor calidad nutricional y variedad. Poseían la “chinampa” que implica la más alta tecnología humana hasta nuestros días, para hacer producir intensivamente a la tierra todo el año. Inventaron el maíz a partir de las transformaciones biogenéticas que le hicieron al pasto llamado Teozintle. El sistema de salud había llegado a niveles de excelencia. Las trepanaciones, así como la sabiduría de lo que hoy llamamos herbolaria y el uso de las “plantas de poder” llegaba a todos. El concepto de higiene personal, habitacional y urbana, era más avanzada que en nuestros días. El sistema educativo encontrado en 1519, era muy superior al europeo. La educación popular tenía 3 milenios y en europea apenas inició en 1596. Los Viejos Abuelos vivían en una civilización escolarizada que duró milenios antes de la invasión. El sistema de organización social y régimen jurídico era tan eficaz y eficiente, que ha sobrevivido hasta nuestros días en el sistema de cargos de las comunidades indígenas y campesinas del México contemporáneo.





El mundo “material” del Anáhuac era mucho muy superior al europeo. El concepto de urbanismo que encontraron los invasores en la Gran Tenochtitlán en el siglo XVI, solo lo llegaron a tener las ciudades europeas hasta muy entrado el siglo XIX. Agua potable, el sistema reticular de las calles, calzadas, avenidas, canales, puentes, uso comunitario y gratuito del transporte, escuelas, hospitales, mercados, bibliotecas, museos, zoológicos, canchas deportivas, centros culturales, oficinas administrativas y un vasto etcétera.





Pero el “mundo material” es solo un espejismo para las conciencias decantadas. Cuando un individuo o un pueblo han llegado a un nivel de desarrollo existencial, buscan traspasar las sólidas murallas del limitado mundo material y penetran al inconmensurable y maravilloso mundo del Espíritu, de lo sagrado y de lo divino de la existencia. El mundo material es solo la base de despegue que requiere el “mundo espiritual” para trascender. Lo importante de la herencia de nuestros Viejos Abuelos es precisamente la sabiduría que se acumuló durante siete mil quinientos años para trascender nuestra existencia en el plano espiritual y que nuestros colonizadores no han podido ver por dolo y mucho menos comprender por incapacidad.





La riqueza cultural, nuestro mayor Patrimonio Cultural, no esta en las “ruinas materiales” de las llamadas zonas arqueológicas, ni en los “tesoros” que están guardados en los museos de todo el mundo. El gran logro cultural de nuestra civilización Madre se encuentra depositado en el corazón de cada uno de los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos. El Tesoro esta dado en “flores y cantos” que viven en nuestro “Ser espiritual”. En los sentimientos y en los pensamientos que como flores y cantos pueden ayudarnos a trascender este precario y caótico mundo material en el que ahora vivimos.





Es de esta forma que la TOLTECAYOTL se nos revela como el potencial cultural más importante que hemos heredado de nuestros antepasados. La sabiduría sistematizada sobre el potencial espiritual que está agazapada en el mundo cotidiano, en la llamada Cultura Popular, en los valores y principios de la educación familiar. Esta milenaria sabiduría que vive refugiada en las tradiciones, fiestas, usos y costumbres, es la que nos sigue dando “un rostro propio y un corazón verdadero” y es la que nos puede conducir a la liberación del oscuro, grotesco y deshumanizado mundo material en el que hemos caído estos últimos cinco siglos.





Hasta ahora los investigadores solo han hecho arqueología e historia del mundo material y profano del México antiguo. Son tiempos en que los hijos de los hijos de los Viejos Abuelos hagamos arqueología del espíritu e iniciemos la reconstrucción de la historia sagrada del Anáhuac.





Es necesario investigar, reordenar la información y crear nuevos conocimientos a partir de acercarse a las manifestaciones de lo sagrado y de lo divino que nuestros Viejos Abuelos nos dejaron, no solo en vestigios materiales, sino también en símbolos, mitos, ritos, tradiciones, leyendas, fiestas, usos y costumbres. Tanto en el Patrimonio Cultural tangible como en el intangible. Tenemos que entender que somos una sola civilización que sigue manteniendo su permanente y necesaria continuidad a lo largo de ocho milenios.





La pérdida de la menoría histórica por los procesos de colonización es solo superficial y muy temporal. La esencia sagrada de nuestra civilización, sus valores y principios siguen vivos y vigentes en cada uno de los individuos, familias y pueblos que la conforman. El colonizador nos ha tratado de hacer pensar que no existe ninguna conexión entre los Viejos Abuelos y los mexicanos contemporáneos. Que el pasado indígena esta total e irremediablemente perdido y extinto. Pero indudablemente seguimos siendo la misma civilización, solo que ahora potencialmente más enriquecida por cinco siglos de apropiaciones e intercambios culturales con otros pueblos del mundo.





Nuestra potencial cultural seguirá latente hasta el momento que tomemos plena conciencia de nuestra riqueza espiritual, a partir de recuperar la memoria histórica.





El legado más valioso que poseemos de los Viejos Abuelos indiscutiblemente es la espiritualidad y el misticismo con el que interpretamos el mundo y la vida. Esta visión sagrada y divina se encuentra atesorada en la TOLTECAYOTL y representan las hierofanías del Anáhuac.

LA SOCIEDAD ENTRE LO QUE ES DEL INTERÉS DEL BIEN COMÚN O DEL INTERÉS PRIVADO



Desde los tiempos más remotos, los seres humanos luchan en imponer dos visiones del mundo y de la vida, opuestas y antagónicas. Dos visiones que a lo largo de la historia de la humanidad han venido dándose a través de la ley del péndulo. La visión individualista y la visión comunitaria, que se traduce en los espacios histórico-sociales como una acción que alienta a la sociedad a privatizar o a colectivizar lo que es del bien común.



Las seis civilizaciones más antiguas y con origen autónomo (la base de la civilización humana), tomaron el camino del bien común como el fundamente de su desarrollo. En efecto, Egipto, Mesopotamia, China, India, México-Anáhuac y la Zona Andina fundamentaron su desarrollo en el bien común, sobre los derechos individuales.



Sin embargo, la cultura occidental a partir de la caída del Imperio Romano, fue invadida lentamente por “los mercaderes del Cercano Oriente”, quienes se fueron apropiando del Poder a partir de hacer del comercio y la usura, una forma “honesta” de vida. Debe de recordarse que en general, el comercio y la usura, fueron actividades de bajo nivel en las 6 civilizaciones antiguas, por ser actividades parásitas de la sociedad. Los comerciantes y los usureros no producen nada y el Estado, en todas éstas civilizaciones, los tenía muy controlados y no dejaban que la riqueza de unos cuantos, impusiera su voluntad sobre las mayorías.



Los “mercaderes” infiltrados en Europa finalmente desplazaron a las monarquías europeas, creando la “democracia”, que es la forma en que ellos gobiernan al pueblo en su nombre, a través de sus empalados y títeres, que son los políticos. Los E.U. son el primer país que los “mercaderes” constituyen en el mundo, después a través de un golpe de Estado a la corona siguió Francia y ahora van sobre Irak.
Las cañoneras y las andanadas de dinero han sido utilizadas para derrocar formas diferentes y ancestrales de gobiernos e imponer “la democracia”, con lo que queda el camino abierto y sin restricciones para “el libre comercio”, que es “la madre de todas las libertades” y el triunfo del Imperio del Becerro de Oro.



Antes de 1776 no existía ningún país, todos eran reinos, imperios, federaciones, sultanatos o señoríos, en donde de diversas maneras y muchos matices, el interés del bien público estaba sobre el interés privado.
Con el nacimiento de los países, la democracia, el libre mercado, la propiedad privada, la banca, la iniciativa privada, los derechos individuales y el consumo extralógico; “los mercaderes” se empiezan a apropiar de los pueblos y sus recursos naturales.



El interés privado sobre el interés del bien público es la base de la democracia, la libre empresa, el capitalismo, la globalización, pero fundamentalmente es “la iniciativa privada”, la que atenta contra el interés del bien público.



De esta manera, la iniciativa privada y el interés privado, han luchado por destruir las ancestrales culturas y formas de gobierno y organización social de los pueblos antiguos del mundo. Por la fuerza del dinero o de las armas, se derrocan gobiernos y se impone “la democracia”. Se arman gobiernos títeres y frágiles que impongan un “Estado de derecho” que garantice la privatización del bien común en favor del interés privado.



Lo primero que “los mercaderes” privatizaron y lo descontextualizaron del bien común fue precisamente el gobierno. En efecto, desde la creación de E.U., que fue “una iniciativa privada”, porque este país no es fruto de un proceso histórico y cultural, como casi la mayoría de los países.
Estados Unidos es un proyecto privado para crear una nueva forma de gobernar al mundo a través del dinero y por medio de las armas. De 1776 a nuestros días, los gobiernos cada vez han ido aumentando la prioridad de lo “económico” sobre lo humano y lo social.
Los gobiernos del “mundo libre” están más ocupados en alentar el bien privado de unos cuantos que poseen el dinero y los medios de producción, que en alentar el desarrollo, la justicia y el bienestar de los pueblos.



De esta manera se ha “privatizado” la tierra, la producción, la alimentación, la salud, la educación, la familia, el amor, la sabiduría, la información, el agua, los espacios comunitarios, la atmósfera, las playas y los océanos, la fauna y la flora, el arte, las fiestas, las tradiciones y las costumbres, las religiones, el Patrimonio Cultural, Histórico y Natural. Todo finalmente lo han logrado privatizar. El bien común cada día se ve reducido y es más simbólico y enunciativo que real.



Este es el problema de nuestros días. No solo en la Oaxaca convulsionada de nuestros días, sino en todo México y el mundo. Cada vez los individuos protestan frente a las medidas de los gobiernos que favorecen a los intereses privados, de un pequeño grupo de 500 personas, familias o empresas que poseen la mayor parte de la riqueza en “el mundo libre”.
Lo mismo se ven las protestas de los trabajadores y campesinos de Europa, Asia o América latina, en contra del interés privado de las grandes corporaciones trasnacionales, que verdaderamente explotan y depredan sin compasión.



En los países de estirpe colonial, como el caso de México, el problema se recrudece. El injusto sistema colonial, que desde hace 5 siglos se sustenta en la privación de las instituciones, leyes y autoridades de los “vencidos-invadidos”, encuentra campo fértil para instaurar el interés privado sobre el interés del bien público.
Lo que ha sucedido en nuestro país, es que los “criollos” han entregado al país, al pueblo y a sus recursos naturales, al interés privado transnacional. La destrucción del PRI, el abandono del nacionalismo, la suspensión de los aranceles, la implantación del neoliberalismo, la firma del TLC, que han venido haciendo la cúpula de criollos que detentan el poder económico y político ha afectado de manera directa los espacios del bien común de los pueblos de México.

La lucha que se lleva acabo en Oaxaca en contra de un gobierno torpe y abusivo, es la punta de un inmenso iceberg social. A final de cuentas, se esta enfrentando el interés privado contra el interés del bien público.
El gobierno ha sido “secuestrado” por un puñado de personas que han “privatizado”, la justicia, los recursos, el patrimonio cultural, el patrimonio natural, los medios masivos, etc.
Tenía que ser el pueblo de Oaxaca, con una herencia comunitaria ancestral, el que diera el primer paso en esta lucha. No es casual que sean los oaxaqueños los que estén tratando de convocar a la milenaria experiencia de organización social. La creación de una iniciativa ciudadana que retome LA ASAMABLE POPULAR, como un medio que vigile y limite a un gobierno, que hace muchos siglos ha dejado de velar por el interés del bien común, es una clara respuesta de la cultura oaxaqueña a un mal de nuestros tiempos. No cabe duda que a pesar de sus contradicciones, la democracia comunitaria que se vive en las comunidades indígenas de Oaxaca, es el espacio de mayor justicia que vive el país.
En efecto, La Asamblea en los pueblos, es el órgano que regula el interés del bien público sobre el interés privado. En la comunidad es más importante “el nosotros” que el yo individual. El individuo pierde sus derechos frente al interés comunitario. Tal vez esto le suene incorrecto a muchas mentes colonizadas, que se han dejado engatusar por el discurso panfletario de “la democracia, los derechos humanos, la libertad, las barras y las estrellas, etc”. Pero a final de cuentas, en la realidad más cruda de la democracia, resulta ser un totalitarismo del mercado y un fundamentalismo del dinero.
La democracia occidental de “los mercaderes” ha comprobado que explota más a los seres humanos, que las tiranías de los imperios del pasado, como el romano en Europa, el mongol en Asia o el mexica en el Anáhuac.



Los pueblos del mundo se están rebelando en contra del fundamentalismo de “los mercaderes”. Pero si usted observa, amable lector, en nuestro continente, son los países de estirpe indígena, los que están en base a su milenaria sabiduría de organización comunitaria enfrentando con mayor éxito al poder de “la democracia de los mercaderes” y su parcialidad hacia el interés privado.



El intento de desenajenar al gobierno, de regresarlo a ser un bien común a través de La Asamblea, es una acción “reformadora” del sistema colonial de explotación. El intento de “ciudadanizar” la toma de decisiones y la rendición de cuentas a través de La Asamblea… desde nuestro punto de vista, es un intento condenado al fracaso.
El sistema tiene muchas armas e instrumentos para mantener el poder… y la corrupción es el arma más potente que han tenido siempre “los mercaderes”.
La verdadera disyuntiva ante el resquebrajamiento del sistema colonial es: o RE-PARCHAR o RE-FUNDAR ESTE PAÍS

sábado, 19 de febrero de 2011

Sindicatos nacionales e internacionales se unen

apoyando a trabajadores de la Honda.



Movimiento de Bases Magisteriales: Sindicatos nacionales e internacionales se unen pa...: "El SME convoca a la unidad para 'echar a estos vendepatrias..."

EL EVANGELIO DE QUETZALCOATL






Quetzalcoatl fué un Dios, pero tambien fué un linaje y un Sacerdote,Profeta,Rey y creador de una Civilización avanzada. Prohibió los sacrificios humanos y diseñó una línea de evolución en la Región del Anahuak-México.

El Texto de Frank Díaz es una obra que reúne y expresa el Pensamieno de la Toltekayotl.


Nuestros padres y abuelos nos dicen que él nos creó, él, cuyas criaturas somos:
Nuestro Señor Ketsalkoatl. También creó los cielos, el Sol y la divina tierra.
Códice Matritens


INTRODUCCIÓN
El último Avatar de la Serpiente Emplumada
por Frank Díaz
EN el antiguo México, en casi total aislamiento del resto del mundo, se desarrolló hace milenios
una extraordinaria civilización. Al conjunto de logros materiales y espirituales que alcanzaron,
sus creadores le llamaron Toltekayotl, toltequidad.
Generalmente, se ha dado el nombre de “toltecas” a los moradores de Tula, una ciudad que
floreció en el actual estado de Hidalgo, México, entre los siglos VIII y XII de la era cristiana. Sin
embargo, los documentos que se conservan revelan que los mesoamericanos
1
entendían la
Toltequidad, no como un título de pertenencia étnica, sino como una forma de vida.
Apropiadamente, el primer diccionario de la lengua nawatl traduce el término Toltekayotl como
arte para vivir (Alonso de Molina, Diccionario de la lengua).
Los mayas y otros pueblos se calificaron a sí mismos de toltecas y aplicaron ese título al
Ser Supremo. Veamos como ejemplo el siguiente verso de su libro sagrado, el Popol Vuh:
¡Da a conocer tu naturaleza, tú, dos veces madre, dos veces madre, Maestro Tolteca, que
así serás llamado por tus criaturas! (Popol Vuh I.2)
Otro texto maya asegura que Tula no es una localidad física, sino un concepto que abarca la
totalidad del orden cósmico:
En los cuatro rumbos está Tula. Hay una Tula en el oriente y otra en el Inframundo. Hay
una donde se pone el Sol y otra en el trono de Dios. (Anales de los Cacchiqueles 4)
Los principios de la Toltequidad fueron esbozados en la época de los olmecas - un
enigmático pueblo que apareció como salido “de la nada” en el tercer milenio antes de Cristo - y
alcanzaron su cristalización durante el glorioso reinado de Teotihuacan (siglos I al VII d. C.).
Esos principios eran:
• Un ideal mesiánico llamado en nawatl Ketsalkoatl, serpiente emplumada.
• Una regla social y religiosa contenida en el Teomoshtli, libro sagrado.
• Un título de pertenencia espiritual: Masewalli, merecido por el sacrificio.
• Una forma de vida definida como Yaoyotl, sendero del guerrero.
• Un objetivo supremo: Shoshopantli, libertad total.
Un libro maya describe así a los primeros toltecas:
Sólo al dios verdadero adoraban en la lengua de la sabiduría. Reformadores de la
Escritura se llamaron. No eran dioses, eran gigantes. (Chilam Balam, Libro de los Linajes)
La tradición atribuía la creación de la cultura a Ketsalkoatl.
En verdad, con él se inició; en verdad, de él proviene la Toltequidad, el saber: de la
Serpiente Emplumada. (Códice Matritense 144 r)
Ketsalkoatl fue una entidad cósmica reverenciada en toda la América indígena. Se le
pintaba como una serpiente con plumas, ya que el reptil simbolizaba el cuerpo físico con sus
apegos y pasiones, mientras que las plumas eran un símbolo de la iluminación interior. Por lo
tanto, su nombre contenía una enseñanza, una propuesta de integración de nuestra dualidad
esencial.

Pero Ketsalkoatl fue también una persona de carne y hueso. Sus sucesivos advenimientos,

1
Moradores de Mesoamérica, una gran zona cultural que se extendía desde Nicaragua hasta el norte de
México, cuyo nombre en lengua nawatl era Anawak, rodeado de agua.ocurridos cada aproximadamente 1040 años
2
, provocaron el auge de grandes culturas, desde los
olmecas hasta los aztecas. Debido a su facultad de mediar entre los hombres y la divinidad, sus
mensajeros recibieron el título honorífico de Nawalli, el que se desdobla, equivalente del Mesías
judío, el Cristo de los cristianos, el Mazdhi musulmán y el Avatar de los hindúes
3
.

Según la tradición, el último avatar tolteca nació en Amatlan de Ketsalkoatl, un pequeño
pueblo del actual Estado de Morelos, el 10 de Mayo del 947 después de Cristo, y recibió el
nombre calendárico de Se Akatl Topiltsin, nuestro señor uno caña. Siendo el cuarto profeta del
linaje de las serpientes emplumadas, también fue conocido como Nakshitl, cuarto paso.
Como es común en todas las tradiciones mesiánicas de la tierra, la leyenda afirmaba que Se
Akatl fue producto de una concepción inmaculada, inducida en la virgen Chimalma por el
espíritu divino, que se materializó en una Chalchiwitl, turquesa. He aquí como lo describe un
antiguo catecismo maya:
“¿Quién es aquel que ha entrado en la casa de Dios (la tierra)?” “Oh padre, es el
mediador divino, así llamado”
4
En qué día penetró en el vientre de la virgen?” “Oh padre, el¿” .
día Paso Cuatro entró en su vientre”. (Chilam Balam, Libro de los Enigmas)
El nacimiento de Se Akatl provocó la muerte de su madre. Debido a ello, el niño fue criado
por sus abuelos hasta los trece años, cuando entró a estudiar en el colegio sacerdotal de
Xochicalco, donde se impartían los conocimientos sagrados. Durante su estancia allí, se destacó
por practicar austeridades y por su participación en diversas batallas por la unificación del reino,
que le ganaron el sobrenombre de Oselotl, ocelote. En el año 976 de la era cristiana, sus
conciudadanos lo eligieron como rey.
El gobierno de Se Akatl fue un período de gran esplendor. Por entonces se engrandecieron
las ciudades de Tula y Chichén Itzá, se trajeron orfebres desde tierras lejanas, se refinaron las
artes y se reformó el calendario. Sin embargo, fue un reinado efímero.
Cuenta la leyenda que, un día del año Cinco Casa, equivalente al 977 después de Cristo, el
joven rey fue visitado por unos peregrinos que le iniciaron en los secretos del hongo alucinante.
Trastornado por las revelaciones que recibiera como producto de tal experiencia, Se Akatl
abandonó su trono y se fue por el mundo buscando respuesta para una pregunta trascendental,
que quedó recogida en el siguiente poema azteca:

¿Adónde iré que la muerte no exista? ¡Cosa difícil nos ha impuesto el Creador del hombre!
(Romances de los Señores de la nueva España)

En el año 982 llegó a la tierra de los mayas, donde residió por algún tiempo en la ciudad de
Tihó (actual Mérida). Un cántico recuerda su paso:
He venido yo, extranjero, semejante a un ciervo – aquel ciervo que nos profetizaron
nuestros antepasados. Soy desdichado, pues por un momento se me ha escondido el Dador de
Vida. Pero sé que regreso a Su casa. (Cantares Mexicanos, Canto de Primavera)
Poco después, el príncipe peregrino regresó a la zona del Valle de Méxi
donde le
concedieron asilo en la ciudad de Cholula. Allí se dedicó al trabajo pedagógico hasta su
desaparición. Según las crónicas,
Llegó a esta tierra y empezó a juntar discípulos, y hacían milagros.
La enseñanza de Ketsalkoatl es muy sencilla y quedó recogida en el siguiente fragmento,
especie de “confesión” de la fe tolteca:
El sacerdote de su dios les decía: “Dios es Uno. Serpiente Emplumada es Su nombre. Nada
pide. Sólo serpientes, mariposas (cuerpo y alma), eso le ofreceréis”. (Diego Durán, Historia de

2 Veinte ciclos indígenas de 52 años.
3 El título de Nawalli o Nagual también fue aplicado a los sabios en general, y posteriormente a los brujos.
4 Kulem, de la raíz Ku, divino, y la desinencia relativa Em. Esta palabra guarda relación con la raíz nawatl
Kul, generación, retorno, ciclo, por lo que es un equivalente del término sánscrito Avatar (de Ava, edad).las Indias)
Esta creencia básica estaba complementada con tres principios prácticos que regían la vida
cotidiana de los devotos:
Hijos, notad el resumen de mis palabras y ponedlo en vuestro corazón. Sólo os quiero
encomendar que cultivéis el amor a Dios, que tengáis paz con todos los hombres y que no
perdáis el tiempo. Basta con esto, que era mi deber. Cualquiera de vosotros que hiciere estas
cosas, allegará el bien para sí y conquistará la vida. (Sahagún, Suma Indiana)
También se atribuye a Se Akatl una serie de instituciones de carácter civil y religioso, tales
como la división del territorio mexicano en cuatro distritos, la fundación de un linaje de sucesores
que llevaron el título de Ketsalkoatl y el nombramiento de la ciudad de Cholula como capital de
la Toltequidad y zona franca para la concertación de tratados.
En cierto momento, una visión divina le obligó a dirigir sus pasos hacia la costa de
Veracruz. Allí subió a una pirámide de leños, se incendió a sí mismo con un fuego interior y se
convirtió en un ser espiritual. He aquí como quedó descrita su ascensión:
Cuando ardió, al punto se alzó su corazón de entre las cenizas, y vinieron a verlo todas las
aves hermosas que remontan el cielo. Su corazón ascendió, refulgente como un jade, y entró en
el cielo. Y dicen los viejos que se convirtió en la estrella que sale al alba. (Anales de Cuauhtitlan)
El catecismo maya que acabo de citar, afirma que esta transmutación fue total, como
corresponde a un individuo que logró trascender por completo las ataduras del plano material:
“¿En qué día murió el divino Mediador?” “En (el día) Uno Muerte entró a su sepultura”.
“Pero, ¿qué fue lo que (en realidad) entró a su sepultura?” “Oh padre, sólo su caja entró a su
sepultura”. “¿Y qué penetró en el seno (del cielo)?” “Oh padre, la piedra roja (de su corazón)”.
Según el cronista Diego de Landa, este suceso ocurrió el último día de la veintena de Xul,
equivalente al 12 de Noviembre el año 999, cuando el Sol pasa por el punto más profundo de la
bóveda celeste.
Sin embargo, su partida no fue definitiva, pues,
Al cabo de cuatro años nos fue devuelto. Nadie lo esperaba, nadie lo reconoció. De la
región del misterio, de la casa del quetzal, del país de la abundancia regresó Aquel que
enriquece al mundo. (Himnos Sacros, Canto de Tlalok)
Después de una breve estancia entre sus seguidores, a los cuales ordenó que propagasen por
el mundo el mensaje tolteca, Se Akatl arrojó su manta al agua y se fue navegando sobre ella hacia
el horizonte oriental. Pero antes, prometió a sus discípulos que volvería a ellos nuevamente,
cuando se cumpliesen los ciclos. Estos discípulos fueron por todo México y transmitieron la
buena noticia:
He aquí, Nuestro Señor retorna a su origen, y nosotros nos vamos con él, porque lo
acompañamos a dondequiera que vaya. Se va Aquel que es viento y tinieblas
5
, pero habrá de
volver, de nuevo vendrá a visitarnos para concluir su camino en la tierra. (Códice Matritense)
El triunfo de Se Akatl sobre la muerte se interpretó como un logro colectivo, una verdadera
re-creación del género humano:
Así es, en verdad: por su sacrificio él inventó a los hombres y nos hizo seres humanos. Así
llegó a ser la Serpiente Emplumada, Doble Precioso, Señor y Señora de toda dualidad. Así
transmitió su aliento y su palabra. (Andrés de Olmos, Wewetla’tolli)
Esta historia, tan parecida a la de Jesucristo, Krishna, Buda y otros grandes maestros de la
Humanidad, es prueba de la trascendencia espiritual de las culturas de la América indígena, y
constituye una respuesta contra las acusaciones de inferioridad moral que esgrimieron contra
ellas los invasores europeos, en su afán por justificar las guerras de rapiña.
En tiempos recientes, el propio Papa ha reconocido la misión divina de Ketsalkoatl al


He aquí
sus palabras:
Hace ahora mil años, en el 999 de nuestra era, el furor de quienes adoraban a un dios
violento diciéndose sus representantes hizo desaparecer a Quetzalcoatl, el rey profeta de los
toltecas, quien se oponía al uso de la fuerza para resolver los conflictos humanos. Al
aproximarse a la muerte, llevaba en sus manos una cruz, que para él y sus discípulos
simbolizaba la coincidencia entre todas las ideas en búsqueda de la armonía. Había transmitido
a su pueblo altas enseñanzas: “El bien se impondrá siempre sobre el mal, el hombre es el centro
de todo lo creado”. En estas y otras de sus enseñanzas, podemos ver una preparación al
Evangelio.
(Discurso pronunciado en la ciudad de México el 25 de Enero de 1999)

La biografía de Ketsalkoatl se conserva en viejos papeles redactados por los primeros
frailes de la época de la Conquista. La encontré cuando era un joven estudiante de antropología,
allá, en la ciudad de La Habana. Quedé fascinado por su profundidad y riqueza, y de inmediato
comencé a colectar todo lo que las leyendas decían al respecto. Por último, seleccioné algunas de
las anécdotas relativas a Se Akatl y las reuní en forma de un libro, que di a conocer entre mis
compañeros de estudio hacia finales de los años 80.
En tiempos recientes, tuve la oportunidad de realizar trabajo de campo en el pueblo de
Amatlan de Quetzalcoatl, sitio natal de Se Akatl, recogiendo la tradición oral de los campesinos
morelenses. Ello me permitió completar la historia, a la que añadí enseñanzas tomadas de unos
textos tradicionales toltecas llamados Wewetla’tolli, antiguas palabras.
Casi todos los documentos que pude consultar estaban redactados en el español de la
Colonia; otros tuve que traducirlos directamente del nawatl. En todo caso, procuré conservar su
sabor arcaico, ya que ello acentúa el carácter sagrado y simbólico del relato contenido en este
libro.
El “Evangelio de la Serpiente Emplumada” contiene la biografía mítica del más grande de
los profetas del México antiguo. Cada uno de sus capítulos puede ser corroborado de acuerdo con
las fuentes documentales, excepto algunos fragmentos conectivos en los que inevitablemente me
vi forzado a interpretar los escasos datos que se conservan.
Debo aclarar que muchos de los textos sapienciales aquí contenidos pertenecen a autores
anónimos o tradicionales, sin que necesariamente hayan sido expresados por Se Akatl de Tula.
Sin embargo, representan de un modo fiel su pensamiento, por lo cual me he atrevido a incluirlos
como exponentes típicos de la Toltequidad. Por razones didácticas, dividí el libro en cuatro
partes, dedicadas respectivamente al príncipe, el monje errante, el profeta y el mesías de los
indoamericanos.
Conocer la historia de la Serpiente Emplumada no sólo es interesante desde un punto de
vista cultural, sino que constituye la mejor vía para penetrar en el pensamiento de una de las
civilizaciones más originales de la tierra. Además, tanto en los incidentes de su vida como en sus
esclarecidas enseñanzas, se esconden las claves de un sistema de prácticas toltecas, diseñado para
conducir a los seres humanos hacia un camino de libertad y autorrealización.
Frank Díaz
México D. F., 2002

viernes, 11 de febrero de 2011

POSICIONAMIENTO ANTE LA CENSURA CONTRA CARMEN ARISTEGUI

CONSIDERACIONES SOBRE LOS HECHOS DE CENSURA A PERIODISTA Y EL ANTECEDENTE QUE PROVOCÓ EL HECHO

1.- Consideramos que la labor de los Diputados según el espíritu de la Constitución vigente, es generar legislación y vigilar el cumplimiento del espíritu constitucional. La función de un Legislador forma parte de la buena o mala función del Estado.

Por lo tanto, un Diputado debe ejercer su labor haciendo que la Constitución se cumpla y manteniendo un diálogo con los ciudadanos y las organizaciones sociales, gremiales, etc…

Por lo tanto, consideramos que un Diputado o un grupo de éstos, desvían recursos, incumple la función importantísima para la cual fue electo o designado diputado. Peor aún si su acción redunda en la suspensión de la Sesión.
Peor aún, cuando la acción se reduce a una pueril acusación no comprobada de alcoholismo del Presidente de la República por medio de una manta.

Consideramos que se justificaría en todo caso, si el tema fuera una de las MUCHAS PRIORIDADES: la corrupción y terrible situación del sistema judicial, las centenas de muertes de inocentes, las violaciones a los Derechos Humanos, la posible vinculación de Funcionarios con grupos criminales, la información mentirosa sobre la situación económica, los índices de pobreza….
Pero para acusar sin pruebas de alcoholismo es un acto totalmente demagógico, no crea conciencia, no apura la atención a los muchos problemas URGENTES Y NECESARIOS, No sirve de nada…


2.-. En lugar de una respuesta digna, inteligente, profunda o de plano solo demostrar con trabajo lo falso de la acusación, el Estado Mexicano ha mostrado la más burda, torpe, falta de sentido común y además, contraproducente acción de censurar a la periodista Carmen Aristegui, presionando a la Empresa MVS para que Aristegui pida “disculpas” o quede fuera. El Estado Mexicano o sus ciegos consejeros, han propiciado ODIO hacia el Régimen.


3.- Carmen Aristegui ha mantenido siempre una actitud profesional, incisiva y ética en su trabajo. Quizás en ocasiones equivocada, pero siempre cuidando sus Fuentes y dando espacio a la réplica. Consideramos que Carmen Aristegui simplemente ejerció su labor al dejar una pregunta SIMPLE en el aire: ¿“Es alcohólico Felipe Calderón”?. Repasando el programa, en ningún momento hace un juicio. Solo pregunta. Por lo tanto, como periodista, hizo lo correcto.

4.- El Diputado que expuso la manta no hizo su trabajo de Legislador. El Estado mexicano censura. Aristegui hizo su trabajo.

5.- Reivindicamos el Derecho a la Libertad de Expresión y exigimos al Estado el respeto a la misma. Recordamos a los Diputados de cualquier Partido, que su función es mucho más importante y trascendente que pasear mantas. En todo caso, renuncie a su Función y siga su rol de propagandista de su postura política (que es válido).

Anexo:

Describimos del Reglamento de la Cámara de Diputados:

Artículo 6.

1. Serán derechos de los diputados y diputadas:
I. Iniciar leyes, decretos y presentar proposiciones ante la Cámara;
II. Asistir con voz y voto a las sesiones del Pleno;
III. Integrar las comisiones y los comités, participar en sus trabajos, así como en la formulación de sus dictámenes y recomendaciones.
IV. Hacer uso de la tribuna cuando el Presidente así lo autorice en los tiempos establecidos en este Reglamento. En sus intervenciones podrá hacer las manifestaciones que considere pertinentes.
V. Asistir, con voz pero sin voto, a reuniones de comisiones o comités de las que no forme parte;
VI. Percibir una dieta, que será igual para todos, y que les permita desempeñar con eficacia y dignidad el cargo;
VII. Ser electo y elegir a los legisladores que integrarán a los órganos constituidos de acuerdo a la Ley;
VIII. Solicitar cualquier información a los Poderes de la Unión o cualquier otra instancia federal;
IX. Tener asesoría y personal de apoyo que coadyuven al desarrollo de su cargo;
X. Participar en los debates, votaciones y cualquier otro proceso parlamentario para el que se encuentre facultado;
XI. Formar parte de un Grupo o separarse de él, de acuerdo a sus ordenamientos;
XII. Contar con una acreditación de su cargo vigente durante el tiempo del ejercicio;
XIII. Tener acceso a todos los documentos y medios de información disponibles en la Cámara;
XIV. Recibir orientación, solicitar información y asesoría de los órganos técnicos, administrativos, parlamentarios y de investigación de la Cámara;
XV. Solicitar licencia al ejercicio de su cargo;
XVI. Ser elegida o elegido para participar en los Grupos de Amistad, reuniones interparlamentarias, organismos internacionales parlamentarios, foros, reuniones y ceremonias;
XVII. Obtener apoyo institucional para mantener un vínculo con sus representados, y
XVIII. Las demás previstas en este Reglamento.

De los Deberes y Obligaciones.

I. Rendir protesta y tomar posesión de su cargo;
II. Asistir puntualmente a las convocatorias a sesiones y reuniones, del Pleno, de los órganos directivos, comisiones o comités a los que pertenezca;
III. Acatar los acuerdos del Pleno, de los órganos directivos, comisiones y comités;
IV. Dirigirse con respeto y cortesía a los demás diputados, diputadas e invitados, con apego a la normatividad parlamentaria;
V. Participar en todas las actividades inherentes a su cargo, dentro y fuera del Recinto, con el decoro y dignidad que corresponden a su investidura;
XIV. Adecuar todas sus conductas a los ordenamientos respectivos y evitar que los recursos económicos, humanos, materiales y telemáticos, de que disponga para el ejercicio de su cargo, se destinen a otros fines;
XV. Mantener un vínculo permanente con sus representados, a través de una oficina de enlace legislativo en el distrito o circunscripción para el que haya sido electo;
XVI. Presentar un Informe anual sobre el desempeño de sus labores, ante los ciudadanos de su distrito o circunscripción, del cual deberá enviar una copia a la Conferencia, para su publicación en la Gaceta;
XVII. Permitir la libre discusión y decisión parlamentaria en las sesiones, así como en las reuniones;
XVIII. Retirar cualquier expresión material que haya utilizado para su intervención en el Pleno, una vez que ésta haya concluido;

domingo, 6 de febrero de 2011

LA INSURRECCIÓN DEL ESPÍRITU





René Guénon en “El Reino de la Cantidad” plantea un “estado de cosas” donde puede haber dos situaciones: la solidificación o la disolución del Mundo.




Haciendo referencia a dos situaciones que la Humanidad experimenta:






  • La solidificación es el grado más duro y estable de la naturaleza, pero también el más infértil, el que se rompe e impide el flujo del agua, la vida. Es el Mineral.


  • La disolución es el fin del Ciclo. De una época. De la disolución solo puede venir el renacimiento. La disolución es el final de los tiempos. Su propia incertidumbre genera inquietud y de la inquietud viene la reflexión, el espíritu entonces se agita y se cuestiona.




Veamos: un hombre que tiene un buen empleo, una esposa maravillosa, hijos tiernos y sanos. Su colonia es segura, no tiene más apuros que llegar a tiempo a su trabajo y pensar el paseo del fin de semana o las vacaciones.




Su situación de estabilidad le lleva a disminuir sus áreas de evolución. Su comida es la misma, sus hábitos, sus vicios, sus frases y expresiones. Todo tiende a la rutina. Lo que come, lo que viste, su sexualidad, su espiritualidad, sus juegos, sus opiniones. La televisión le hará diseñar un mundo acondicionado a sus pensamientos. Tenderá a alimentar su mente con lo que menos le agite su vida.




Si ese hombre enferma, o pierde el empleo, o su mujer le deja, o la colonia vive presa del delito o su país sufre una crisis, entonces el hombre se cuestiona, se plantea el porque de las cosas, de la vida, la muerte, el dolor y la alegría tan efímera.




Como Siddhartha bajo el árbol: ve al niño, ve al anciano y ve el cadáver. Como la Dama bruja del relato que de día es doncella, de tarde es mujer madura y de noche es anciana (doncella, madre, sabia). La vida pasa entonces como un alud de impresiones y cuestionamientos.



La Divinidad incluso aparecerá en su agenda. Su seguridad tan aparente cae por los suelos. Es cuando se sacude el velo de la realidad.




Las mitologías tan incomprendidas en la civilización tecnológica que sublima la perfección del funcionamiento sin profundizar en el Por qué de las cosas, nos enseñaban mucho. Cada cuento aprendido de Abuelos a Nietos era la Sabiduría Tradicional en símbolos. La Bella Durmiente, los Hombres hijos del Maíz, el Venado – Dios brincando y escapándose del cazador, pretendían romper el estado de solidificación. De la rutina implacable. La Diosa que recibe al que Ella eligió para descorrer su Velo y revelarle las Verdades Ocultas.




Por ello, al calor de las hogueras, los hombres y mujeres de la Historia Antigua crearon la narración apasionada, gestual, actuada (mas tarde nacerán el teatro y la danza, el canto y la poesía).




El objetivo era mantener alimentado al espíritu con el asombro, el misterio, el miedo artificial. La alegría y la risa en el relato divertido, las exageraciones del cazador, las fanfarronadas del guerrero, los ritos que fortalecían los vínculos de la Comunidad.




La Humanidad es el reflejo de cada ser Personal. Como en un edificio, cada ser humano es un trozo de la gran construcción. Remitimos mejor al libro de Guénon “El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos”.




El Gran Templo de la Humanidad está solido: la tecnología y el mundo organizado de los mercaderes está impresionante. El lujo y la eficiencia, la técnica y la ciencia avanzan. Se descubren Sistemas Planetarios, se clonan seres y se deletrea el password que el Divino escondió en el Genoma.




Pero tiene fisuras profundas: De cada 100, 20 seres humanos comen, viven y se divierten. 80 mueren, malviven, estallan y caen. Construya alguien un edificio así: será el Fracaso.




Pero nosotros no nos asustamos tan fácil. Optamos por comprender que el edificio está en disolución.




Algunos autores distinguen entre Cultura y Civilización. La primera, producto natural de la convivencia humana entre sí, con la Naturaleza y lo Sagrado, trascendente. La segunda, implica la creación de la técnica y la Ciudad.




Distinta visión pero no reñida.




Asimov, Lem, Sagan y otros audaces escritores de ciencia imaginada visualizaban ciudades en completa armonía con su entorno. En la Serie "Fundación", Asimov preveía un orden social que tenía por un lado la técnica en evolución (Civilización) pero también, un renacer de las capacidades mentales de un Ser Humano Comunitario, potencializado por la Gaia.




Dirían los Vedas que el Kali Yuga ha llegado a lo peor. La violencia, el absurdo orden económico basado en la acumulación y no en la distribución equitativa para la sobrevivencia, el burdo Pensamiento Solidificado, “Materia”, “Mineral”, que olvida la belleza de la flexibilidad y el flujo continuo que enseñan los Elementos: el Agua, el Viento, la Tierra y el Fuego.





La muerte de Dios devino en la muerte del espíritu humano. Y no como moraleja miope de una mentalidad de sacristía.




La muerte de Dios fue en realidad el triunfo de la Materia. Del no hay más. De la pasmosa rutina. Porque Dios, (el misterio de lo divino) era el Simbolo (en su sentido Mítico) de lo Misterioso.




Y el Misterio lo que hace es plantear dudas, retos, incertidumbres, preguntas.




Justo era que murieran las imágenes que de los Dioses o Dios se hacían muchos. Pero no era necesario haber llevado al sepulcro también a la sensibilidad, al espíritu de fineza, de preguntas sobre la vida, la muerte, el amor, lo humano y lo sagrado, la belleza y la creación.




El espíritu humano ha muerto. Podemos parafrasear a Nietzche. Pero… el Mito nos enseña que el Héroe resucita. Y el Mito no es mentira por más que la burda miopía de los entusiastas de la técnica lo diga.




El Mito, la Imagen, el Símbolo, corresponden a otra dimensión de lo humano. Esa dimensión que necesita de otros seres humanos, en torno a las fogatas del Tercer Milenio para descubrirse y despertarse.




Como soñaba Asimov, la Civilización puede evolucionar hacia nuevos desafíos tecnológicos, de conocimiento sobre las funciones y los procesos. Pero solo el despertar de las viejas potencialidades de Pensar-Dialogar-Crear puede hacer surgir el Anima Mundi: la Cultura que nutra en multiplicidad a esa Civilización.




Porque es la ventaja: el Espíritu Humano es diverso, infinitamente diverso. La Civilización que venga, si aprendió algo sobre la decadencia de ésta, tendrá que ser profundamente armónica, sinárquica, diríamos nosotros.




Una Civilización que fomente el equilibrio, la reconciliación, del ser humano consigo mismo, con el Otro/Otra, con la Naturaleza y con Lo Sagrado, lo Trascendente.




Y soñemos un poco: Veríamos más Ágoras que cines. Más Filosofía que psiquiátricos, más belleza que violencia.




Creemos que la Humanidad avanza guiada por impulsos ancestrales. Dirían los místicos cristianos que Dios escribe sobre guiones torcidos, o los Abuelos anahuakas que los Dioses veían a sus creaciones y mejoraban cada vez los ingredientes para forjar sus Obras.




Y el Eterno Danzante imagina cada vez con más poesía sus deseos y movimientos.



Por ello, creemos que la Humanidad después de la Decadencia tendrá nuevos tiempos. Nueva Esperanza.




Quizás el Siglo XIX fué de la Razón, el del XX el de la tecnología y la mundialización-homogeneidad de la Especie Humana. El Siglo XXI, si aprendimos la lección, traerá el Despertar de la Espiritualidad sin ataduras. Madura, Trascendente.



No por acto mágico. Si no por la enorme cantidad de dolor que generaron los siglos pasados que pueden hacer reaccionar por fin a las mentes y corazones más despiertos.



En las Culturas Tradicionales, lo Sagrado no era ajeno. No era rutina. Era festejado, era propiciado, era venerado y era esperado.




La sacudida del Espíritu Humano quizás nos lleve, si nos despojamos de miedos infantiles, a descubrir el instructivo de uso que Dios dejó escrito en el Corazón de la Materia. Más allá de la “irrisoria seguridad del hombre moderno”.




Más siempre, buscar el equilibrio, el Justo Medio, el Arkhé.



Por lo pronto, sumemos a esa sacudida. El mundo ya se ha acabado. Comencemos a construir con nuevos ingredientes.



Ea! HAGAMOS LA INSURRECCIÓN DEL ESPÍRITU!

martes, 1 de febrero de 2011

LOS MEXICAS


. Ignacio Bernal
En 1427 los mexicas eligen un nuevo rey, Izcóatl, que era hijo de Acamapichtli, el primer rey mexicano, y de una esclava. Éste es el único caso en el que subió al trono un hombre que no tuviera por madre una mujer de sangre tolteca; la elección se debió seguramente a las cualidades del candidato, cuyo genio militar y cuya habilidad política debían, en los trece años de su reinado, transformar el destino de su pueblo.


S






Con motivo de la querella entre los hijos de Tezozómoc, los diferentes "gobiernos en exilio", causados por las conquistas de aquél, comprendieron que era el momento de volver a sus diferentes países y de liberarse del yugo de Azcapotzalco. Entonces se forma una alianza entre los mexicanos y varios otros grupos. De éstos, con mucho el más importante es el que representaba a la antigua dinastía chichimeca que había reinado sobre Tezcoco hasta la derrota de Ixtlilxóchitl, que ya hemos relatado. Los aliados obtienen la neutralidad de algunas de las ciudades tepanecas y, después de una guerra en extremo difícil, Azcapotzalco mismo fue tomado en 1428. Esto no marca el fin de la contienda, ya que Maxtla se refugió en Coyoacan y en sitios más lejanos, hasta que por fin es derrotado definitivamente en 1433. Entonces, Nezahualcóyotl puede regresar a Tezcoco e inicia el largo reinado que no había de terminar sino con su muerte en 1472.





Los despojos de los tepanecas vencidos y su vasto imperio se reparten entre los tres vencedores principales: México, Tezcoco y Tacuba como cabeza de las ciudades tepanecas que apoyaron a la alianza.





En 1434 se forma la triple alianza compuesta por esas tres ciudades que deciden unirse para siempre, conquistar en común y repartirse el botín de acuerdo con un porcentaje especificado. Durante el reinado de Nezahualcóyotl y debido a su prestigio personal, la alianza funciona mal que bien; pero a su muerte los señores mexicanos se convierten cada vez más ya no en miembros de una alianza sino en jefes de ella. En realidad, a la hora de la conquista española, dos de los antiguos aliados estaban a punto de convertirse en sujetos del tercero.





Con el motivo de este nuevo estado de cosas en el Valle de México, las tres potencias aliadas se distribuyen los títulos y los grados: Itzcóatl de Tenochtitlán se adjudica el título más ilustre de todos: culhuatecuhtli, o sea, el señor de los culhuas. A primera vista puede extrañar este nombre; pero recordemos que Culhuacan, o sea la capital de los culhuas, era el sitio donde se había conservado viva la dinastía tolteca. Por lo tanto, al adoptar este título, Itzcóatl se hace llamar señor de los toltecas y cierra en su favor la larga "guerra de la sucesión tolteca". Esto indica inmediatamente que México se considera, desde este momento, la legítima representante de la vieja cultura y la heredera, en todos los sentidos, de la gloria tolteca. Es por ello que los caciques del río Grijalva, al hablar de México por primera vez ante Cortés, lo llaman Culhua, cosa que muy naturalmente no pudieron entender los españoles y, como dice Bernal Díaz, "como no sabíamos qué cosa era México ni Colhua mal pronunciado, dejábamoslo pasar por alto".





Una vez pasada la guerra tepaneca y consolidado el poder de México, Itzcóatl se lanza en nuevas campañas para establecer su poder sobre ciudades que Tenochtitlan había conquistado antes, pero por cuenta de Azcapotzalco. Así empieza la expansión fuera de los valles centrales que tan lejos había de llevarlos.





En 1440, a la muerte de Itzcóatl, sube al trono otro gran gobernante, Moctezuma I, su sobrino, que había de reinar hasta 1469. Con este nuevo rey se consolida interiormente la posición de Tenochtitlan y es, desde este momento, cuando se constituye realmente el imperio mexicano.





Inmediatamente empieza la guerra de conquistas que, en diferentes regiones, había de continuarse durante todo su reinado, llevándolo a Oaxaca y a la costa del Golfo de México. La conquista de los totonacos, habitantes de esta última región, se debe en parte a uno de esos episodios característicos de la historia de Tenochtitlan en donde se mezclan la codicia, el patriotismo, la religión y una falta total del sentido de la gratitud. En efecto, entre 1450 y 1454, una gran sequía inusitadamente prolongada lleva a los mexicanos a una terrible hambre. Según cuenta una de las fuentes, hasta las bestias salieron de los montes para atacar a los hombres y en los caminos los muertos eran devorados por los buitres. Para salvarse de esta catástrofe, los mexicanos recurren a dos procedimientos: por un lado, obtienen maíz prestado de los totonacas y, por el otro, inician una era de sacrificios humanos en proporciones hasta entonces desconocidas para implorar el favor de los dioses. Pasada la crisis —me temo que más bien debido al maíz totonaco que a la sangre derramada—, Moctezuma I comprende que las ricas tierras de la costa son su mejor garantía contra un nuevo periodo de hambre y entonces, con su ingratitud proverbial, se desparraman las tropas mexicanas sobre la región costera; tras de ataques tan feroces como inesperados, conquistan toda el área, obteniendo así, en forma permanente, el granero más importante del México antiguo y en donde todavía hoy se encierra gran parte de su futuro.





Los triunfos continuos y tan extensos de Moctezuma I, y el terror que logró imponer entre todos, nos indican que practicaba una estrategia cuya violencia era hasta entonces desconocida. Como un verdadero alud caen las tropas mexicanas sobre los pueblos, vencen la resistencia desorganizada por lo inesperado del ataque, capturan al jefe si ello es posible, suben al templo y lo incendian. Ésta es la señal de la victoria y ya no queda sino repartirse el botín, las mujeres y los prisioneros, establecer un gobierno sumiso a Tenochtitlan, fijar el tributo y marcharse hacia una nueva conquista.





Entre las batallas y los gritos de guerra hay un pequeño episodio que nos recuerda la victoria de Alejandro sobre los persas. Allá por 1461 las tropas mexicanas conquistan un importante señorío —Coixtlahaca— en las motañas de Oaxaca y, tras de una gran batalla, vencen y matan a su señor. Se traen a México a la viuda del vencido, de quien inmediatamente se enamora Moctezuma. Era una mujer joven y de gran belleza; como la mujer de Darío, prefiere dignamente seguir siendo prisionera que casarse con el vencedor de su marido.





La época de Moctezuma I tiene felizmente aspectos menos trágicos, ya que al mismo tiempo que gran conquistador es un gran constructor. Trae a un grupo de arquitectos de Chalco que tenían gran fama. Con ellos inicia la transformación de su capital, que de una pobre ciudad de lodo va a convertirse en una metrópoli de piedra. No sólo se interesa en arquitectura, sino que durante su reinado se inicia un gran estilo de escultura que ha dejado algunos de los monumentos más interesantes del arte azteca.





Entre otras cosas, mandó grabar su retrato en la roca de Chapultépec, ejemplo que habían de seguir sus sucesores formando así una interesantísima galería de reyes mexicanos que desgraciadamente el tiempo no ha respetado y de la que sólo quedan algunos restos informes.





Moctezuma, como todo buen azteca, es también un amante de las plantas y de las flores. En un rico valle de la región de Morelos manda constriur un verdadero jardín botánico en el que colecciona las plantas de todos los diversos climas y las flores más raras y bellas que pudo procurarse. Sus sucesores también se habían de interesar en la botánica y el magnífico jardín no desaparece sino hasta fines del siglo XVI; todavía en la región muestran una huerta a la que llaman "el jardín de Moctezuma".





Con la instauración del imperio, la construcción de la ciudad y el establecimiento del patrón religioso, resulta muy claro que Moctezuma I es el verdadero forjador del imperio azteca. No inventa prácticamente nada; pero recoge en favor de su pueblo, por fin llegado al poder, la herencia milenaria de todos los que lo habían precedido.





Huitzilopochtli, asociado al origen mismo de este pueblo, no era en realidad sino un pequeño dios tribal, un aspecto del dios Tezcatlipoca, hasta que el triunfo de su pueblo lo eleva a la categoría de un dios creador. Entonces se convierte en el sol mismo, que es el dador de la luz, del calor, de los días y de todas las cosas necesarias para la vida; pero el sol, como todo ser creado por la pareja divina, necesita alimentarse, ya que debe luchar diariamente contra sus enemigos: los tigres de la noche, representados por la luna y las estrellas. Recordemos que esto es exactamente lo que tuvo que hacer el pequeño Huitzilopochtli al nacer plenamente armado; pero el sol, desgraciadamente para los vecinos del pueblo azteca, sólo se alimenta con el más preciado de todos los manjares: con el néctar de los dioses, o sea, la sangre humana. Entoces, para tenerlo permanentemente en vida y darle fuerzas en su lucha diurna es indispensable sacrificar a los hombres. Los aztecas se sienten obligados por su historia misma a ser guardianes, así como sus sustentadores; en otras palabras, a ellos les toca proveer al sol de sangre humana. Éste es, por lo tanto, el excelente motivo de indiscutible altura moral con que ellos mismos pretenden absolverse de todas las guerras y de todas las muertes; pero para sus vecinos, ¡qué tragedia vivir junto al pueblo elegido!





En algunas regiones indígenas de México queda un recuerdo lejano de esta idea, según la cual el hombre tiene como misión defender al sol. Recuerdo que hace unos años, estando en un pueblo cerca de Acapulco, hubo un eclipse parcial de sol. Inmediatemente salió la población, hombres, mujeres y niños, armados de cuanto objeto es capaz de producir sonido: instrumentos musicales, cajas vacías, tablas, láminas viejas, etc. El objeto era hacer tanto ruido que los tigres que estaban devorando al sol se asustaran con el escándalo y se fueran. Felicitémonos que ahora el ruido solo es capaz de llenar el cometido que antes tenían los corazones humanos.





Aun con todos estos datos, nos resulta muy difícil entender lo que podríamos llamar la gloria o el deseo del sacrificio. Por ejemplo: hasta qué punto el que iba a ser sacrificado estaba conforme con su destino. Por un lado sabía que iba a morir; pero por otro se iba a asimilar al dios, a convertirse prácticamente en esencia divina. Tenemos una serie de datos contradictorios sobre este asunto. Guerreros ilustres que han sido hechos prisioneros y a los que se ofrece la vida por considerarlos muy valiosos no aceptan y son sacrificados por su propio deseo. También en algunos grupos, como las tarascos, los prisioneros que lograban escapar habían defraudado a los dioses, que ya contaban con esa sangre. Pero también se nos habla de cárceles en las que se guardaba a los prisioneros hasta el día del sacrificio y aun de que eran amarrados para que no escaparan. Aunque la opinión pública los criticara y sus propias gentes no desearan verlos volver, es evidente que muchos prisioneros tenían la reacción normal de salvar su piel aun corriendo el riesgo de que el dios pasara un poco de hambre.





Evidentemente es absurdo suponer, como lo han dicho muchos historiadores, que el móvil de la guerra era simplemente un móvil religioso. La guerra, como en todas partes, pretendía obtener ventajas materiales, conquistas, botín, tributos y una continua extensión de linderos. Los mexicanos no son los iniciadores ni los responsables del "estado de guerra casi permanente" en el que vivieron. Hemos visto cómo la guerra se había convertido, desde los tiempos ya bien antiguos de Mixcóatl y creo que desde tiempos olmecas, en un rasgo cultural siempre presente. La guerra es un factor social, un estado de cosas. La vemos menos clara en ciertos momentos, como durante la época teotihuacana, pero esa serie de imperios efímeros y de señores feudales eternamente insurrectos demuestra una situación político-social en la que la guerra es "necesaria"; situación que los aztecas han heredado, como desgraciadamente ha sucedido en otras épocas y otros lugares a través de la historia humana.





Lo que los mexicanos parecen llevar más lejos que otros es el sentido religioso de la guerra, especialmente en una de las más curiosas instituciones de que se tenga noticia entre pueblo alguno: la guerra florida. No sabemos cuándo se inicia realmente esta costumbre, pero por 1375 ya existía entre los tepanecas, de quienes probablemente la heredaron los mexicas. Consiste en que dos Estados se ponen de acuerdo para celebrar, en un sitio determinado y en una fecha fija, una gran batalla cuyo único objeto es tomar prisioneros vivos. Cualquiera de las dos partes que gane no obtendrá de la otra territorios, ni saqueará a su pueblo, sino simplemente se llevará a los prisioneros hechos para sacrificarlos. No eran por tanto interesantes sino vivos, ya que los muertos en la batalla no representaban utilidad alguna. De acuerdo con el número de prisioneros que hubiera hecho un soldado, subía de grado en el ejército y obtenía autorización para ostentar ciertas insignias. Esta idea debía, en las guerras de la conquista, salvar la vida de muchos españoles, ya que los indígenas deseaban tenerlos vivos, lo que frecuentemente permitía a los prisioneros escapar. El mismo Cortés, caído y rodeado de enemigos, logró salvarse porque, en vez de matarlo, trataron de llevarlo vivo.





Bajo Moctezuma I, probablemente con motivo de la necesidad cada vez mayor de víctimas, se instituye dicha costumbre entre Tenochtitlan y algunas de las ciudades del valle de Puebla. En esta forma no había que ir demasiado lejos para encontrar prisioneros; pero lo evidente tenía que suceder, o sea, que, poco a poco, los mexicanos no se conformaron con la simple guerra florida, sino que empezaron a conquistar en serie grandes secciones de la región de Puebla, hasta que al fin la república de Tlaxcala quedó trágicamente rodeada.





Mientras tanto, Nezahualcóyotl sigue reinado sobre Tezcoco. Tuvo la fortuna de vivir muchos años, durante los cuales se convierte en el monarca más célebre de su siglo. Aparte de sus múltiples victorias militares y del ensanchamiento continuo de su reino, logra hacer de su capital el cerebro de su época. Es un gran constructor. Desgraciadamente, las vicisitudes por las que pasa Tezcoco después de su muerte han hecho desaparecer totalmente los inmensos palacios que mandó construir y los templos de sus dioses. Sólo queda como recuerdo material de esta época una piscina o más bien un estanque, parte de un sistema de riego situado muy adecuadamente, desde donde, entre árboles y flores, se domina el paisaje del valle de los lagos. Pero la gloria principal de Nezahualcóyotl no radica en sus edificios sino en su influencia sobre las letras, las leyes y la religión. Poeta él mismo, reúne en su corte a un grupo selecto de aficionados a la poesía y al teatro y gran parte de la literatura indígena que nos queda proviene de la escuela de Tezcoco o está fuertemente influida por ella.





Su prestigio como legislador es tan poderoso que otras ciudades copiaron sus leyes; ahora nos parecen terribles, ya que la pena capital se aplicaba a casi todos los delitos, algunos de los cuales son de menor importancia a nuestro parecer. A través de esas ordenanzas se asoma un poco de la mentalidad indígena y de su concepto del bien y del mal. Muchas de las leyes están basadas en necesidades prácticas, pero otras emanan de puntos de vista morales. Indican una rigidez extraordinaria, un verdadero puritanismo donde, por ejemplo, todo pecado sexual así como la embriaguez, se castigan con la muerte. A veces se trata de respetar tabúes o ideas mágicas, como en el horrible caso del hermafrodita de Tlaxcala.





Nezahualcóyotl mismo aplica tan rigurosamente sus leyes que en un caso condena a muerte a su propio hijo por adulterio. Todo ello no quiere decir que las costumbres del pueblo fueran tan rígidas, y bajo el reinado de su hijo pierden algo de su dureza.





Nezahualcóyotl, influido tal vez por las viejas historias de Quetzalcóatl que corrían en todas las bocas, construye una religión mucho más elevada y mucho más pura. Cree en un dios supremo, simple espíritu sin cuerpo, del que no pueden hacerse estatuas y que no desea sacrificios humanos. Esta religión filosófica y abstracta, en la que no hay templos ni ceremonias, no es seguida por la masa que no se divierte con ella y se conserva sólo entre una pequeña élite de sacerdotes.





Con la muerte de Nezahualcóyotl empieza la decadencia de Tezcoco. Lo sucede en el trono su hijo Nezahualpilli, el "príncipe hambriento", quien es una figura curiosísima enteramente decadente y profundamente civilizada.





En 1469 sube al trono Axayácatl, también descendiente de Acamapichtli, y como todos lo demás reyes mexicanos, se lanza en una serie de nuevas conquistas, que extienden cada vez más la superficie del imperio.





Un episodio importante del gobierno de este Señor lo constituye la conquista de la ciudad rival Tlatelolco. Aquí, desde tiempo antiguo se había formado una ciudad-estado que durante más de un siglo se consideró aliada de Tenochtitlan. Aunque cada vez más dominada por ésta, conservaba, cuando menos, una apariencia de autonomía. Por motivos de tipo político y aun por razones personales, Axayácatl decide terminar la independencia de Tlatelolco. El rey de este lugar se había casado, indudablemente por conveniencias diplomáticas, con una hermana del señor de México, "la pequeña piedra preciosa" a quien "le hedían grandemente los dientes, por lo cual jamás se holgaba con ella el rey de Tlatelolco". "Su marido no la estimaba en nada por ser endeble, de feo rostro, delgaducha y sin carnes y la despojaba de cuanta manta de algodón le enviaba Axayácatl, dándoselas a todas sus mancebas. Sufría mucho la princesa, se la obligaba a dormir en un rincón junto a la pared, en el sitio del metate, y tan sólo tenía para sí una manta burda y andrajosa... su marido la alojaba en casa aparte de sus mancebas, en ningún sitio se le daba valía alguna y precisamente nunca quería el rey dormir con la princesa, 'pequeña piedra preciosa', y dormía solamente con sus mancebas [que eran] hembras muy garridas."





No tardó en llegar a oídos de Axayácatl la triste historia de su hermana y, tomando como pretexto el insulto personal, decidió llevar a cabo lo que la ambición le dictaba: la conquista de Tlatelolco. La lucha fue difícil, ya que hasta las mujeres defendieron valerosamente su ciudad. Pero por fin debió sucumbir ante el ímpetu azteca, cuyos soldados subieron al gran templo y desde esa altura arrojaron el rey de Tlatelolco, con lo que terminó la guerra en 1473.





Tlatelolco tenía relaciones estrechas con la gente del valle de Toluca; tal vez por esto, a su caída, Axayácatl se dedica a la conquista de todas las ciudades de esa región. En varias de ellas quedan ruinas interesantes; pero con mucho, las más notables son las del templo monolítico de Malinalco. Con un plan de trabajo que debe haber sido preparado muy cuidadosamente de antemano, se fue recortando la piedra blanda hasta formar una gran cámara circular, con sus escaleras de acceso y esculturas. La puerta representa la cara de un enorme serpiente con la boca abierta, a cuyos lados se tallaron dos esculturas. De un lado, una serpiente con escamas en forma de puntas de flecha, que sirve de pedestal a una figura humana de la que desgraciadamente sólo quedan los pies y que muy posiblemente representara a un caballero-águila. Al otro lado, un caballero-jaguar, también incompleto, está de pie sobre un tambor forrado de piel de jaguar. Pasada la puerta se encuentra uno en un cuarto circular rodeado de una banca. En ésta se representó la piel de un jaguar con la cabeza, la cola y las garras de este animal; a sus lados y también sobre la banca, dos pieles de águila de admirable factura, y otra, en el centro, completan la decoración. El techo cónico debe de haber sido de paja. Todos los elementos de este edificio indican que se trata de un lugar donde se efectuaban ceremonias de las dos órdenes militares llamadas caballeros-jaguares y caballeros-águilas. Por lo que sabemos de estas órdenes, sólo podían pertenecer a ellas los guerreros más ilustres a quienes se confería, como un honor muy especial, uno u otro de estos dos títulos. Curiosamente, como las órdenes de caballeras medievales, combinaban el espíritu militar con obligaciones religiosas que, en el caso de los mexicas, consistían principalmente en rendir culto al sol. De aquí podemos deducir que el templo de Malinalco estaba dedicado principalmente a este astro.





Independientemente del despliegue de habilidad que indica, ya que el menor error era irreparable, estéticamente las esculturas de animales pueden colocarse entre los ejemplares más bellos del arte azteca. Tienen ese estilo realista muy esquematizado, donde unos cuantos rasgos indican, mejor que la más precisa de las copias, las características del objeto esculpido.





En una de las cámaras laterales se conserva un fragmento de fresco que representa una fila de guerreros caminando. Además de su interés iconográfico, es una de las rarísimas pinturas murales de esta época en existencia; del valle de México no se conserva casi ninguna.





Como resultado de las conquistas en el valle de Toluca, los mexicanos se convirtieron en colindantes del gran reino tarasco. Hacia 1480 se inició la inevitable guerra entre los dos poderes militares más importantes del momento; por primera vez la técnica de los mexicanos no dio el resultado acostumbrado y sus ejércitos fueron derrotados. A partir de entonces se estableció entre los dos reinos rivales una curiosa situación de "guerra fría" y los dividió una "cortina de piedra", ya que ambos bandos construyeron a lo largo de la frontera una serie de puntos fortificados con carácter más bien defensivo que ofensivo. Los mexicanos trataron de rodear al enemigo conquistando toda la región de Guerrero para poder atacar a los tarascos también por el sur; pero esta estrategia tampoco les sirvió, pues jamás lograron atravesar el río Balsas.





Esta situación de jaque continuo duró hasta que la conquista española vino a alterar el equilibrio de las fuerzas. Tal vez se debiera al hecho de que al ímpetu de los soldados aztecas, los tarascos oponían armas superiores, ya que frecuentemente eran de cobre.





La exploración de algunas de estas fortalezas, en realidad apenas iniciada, ha permitido sin embargo conocer bastante del arte militar de la época. Están construidas en cerros de difícil acceso y rodeadas de uno o varios círculos de murallas y a veces de fosos. Eran defendidas por pequeñas guarniciones de soldados, pero no formaban verdaderas poblaciones permanentes; conservaban, pues un carácter estrictamente militar.





El gobierno de Axayácatl, aparte de las guerras mencionadas, se caracteriza por una serie de otras con las cuales el terror que infundían los soldados aztecas creció de día en día. Ya en ese momento, está bien implantado el odio que inspira el imperialismo azteca; odio cuyas consecuencias han de ser de primera importancia a la llegada de Cortés.





Por otro lado, Axayácatl sigue la tradición de Moctezuma I; se hace construir un gran palacio, y continúa las obras magnas del templo mayor. De su época parece ser la gran escultura generalmente conocida con el nombre de calendario azteca, y que es en realidad una piedra votiva en honor del sol. Este monumento, de una rara perfección y de importante simbolismo, conservado hoy en día en el Museo Nacional de Antropología de México, inicia la época de la escultura monumental azteca, la cual continuará durante los reinados siguientes.





El sucesor de Axáyacatl, Tízoc, reina sólo de 1481 a 1486 y según parece murió envenenado. Aun en tan corto plazo logró bastantes nuevas conquistas, inmortalizadas en un momento magnifíco: la piedra de Tízoc. Es un gran cilindro de basalto alrededor del cual están representadas las victorias del emperador. Ésta lleva las insignias y los atavíos de Huitzilopochtli ya que, como gran sacerdote del dios, se vestía como él. Después de su muerte lo sucede a su hermano, Ahuízotl, tan terrible y brutal conquistador que su nombre ha llegado hasta nuestro días como símbolo de algo temido o que de continuo nos persigue o molesta.





Al año de reinar, en 1487, se termina la construcción del gran templo. Ahuízotl decide inaugurar la obra con solemnidades hasta entonces nunca soñadas. Para ello emprende una verdadera cacería de prisioneros y se dice que logró sacrificar 80 000 hombres, con lo que indudablemente el sol debió adquirir nuevas fuerzas. Parece altamente exagerado el número de víctimas que se señala; pero cualquiera que haya sido la cantidad de sacrificados, dejó un recuerdo imborrable en las memorias indígenas.





El terror de los ejércitos o el recuerdo de los sacrificios convenció a todos lo pueblos aún no sometidos del poder de los mexicanos. Éstos emprendieron otra campaña hacia el sur, con la que no sólo completaron sus conquistas en Oaxaca y en el istmo, sino que también llegaron hasta la frontera actual de Guatemala, cayendo en sus manos toda la región del Soconusco.





La muerte de este gran conquistador no estuvo a la altura de sus hazañas. En 1502 se rompió un dique, lo que produjo una inundación en México; y al querer escapar, Ahuízotl se golpeó en un dintel y, como Carlos VIII de Francia cuatro años antes, murió a consecuencia de ello.





Con su muerte termina la serie de grandes jefes militares que habían reinado en Tenochtitlan desde Moctezuma I y cuyas conquistas habían hecho de la pequeña ciudad construida sobre una isla del lago, la capital de un vasto imperio.





La organización de los ejércitos, cada día más importantes; la dirección del imperio con todos sus problemas políticos y económicos; y aun la constitución de una vida urbana, desaparecida desde hacía varios siglos, hubo de transformar profundamente la estructura del pueblo azteca. Ya la pequeña horda, nómada y despreciada, se ha convertido en el grupo dirigente y dominador de pueblos tan diversos como numerosos. El viejo sistema tribal no podía continuar; la sociedad se divide en clases, y hay nobles, plebeyos y esclavos. Asimismo hay mercaderes, sacerdotes, obreros especializados en numerosas técnicas manuales y toda una burocracia. Este cambio radical se nota también en la persona misma del jefe, que se convierte cada vez más en autócrata y que bajo Moctezuma II, se va a transformar en una especie de dios. Como a los césares romanos, el poder se les había subido a la cabeza y la antigua organización era cada día más un despotismo de tipo oriental.





En 1502, cuando Moctezuma II, fue elegido emperador, tenía la reputación de un capitán valeroso que hábilmente había sabido dirigir los ejércitos; pero sobre todo, la de un sacerdote profundamente conocedor de la religión; una especie de místico sencillo y humilde. Rápidamente cambió toda esta situación para convertirse en un déspota rodeado de todo un ceremonial cortesano muy complicado. Nadie podía verlo, sino debía presentarse ante él con los ojos bajos; no se lo podía tocar. Los pocos que tenían derecho a visitarlo debían entrar descalzos haciendo una serie de genuflexiones, llamándolo Señor, Mi Señor, Mi gran Señor.





Los primeros 17 años de su reinado pasan en continuas guerras y en la sofocación de rebeliones de algunos pueblos que, desesperados por la opresión, se levantan en armas esperando vanamente evitar el tributo que se les había impuesto. Pero Moctezuma II tiene poca participación personal y más bien vive en la ciudad, dedicado a los placeres y a los deberes religiosos.





Era un hombre inteligente y refinado aunque profundamente superticioso, y toda su vida estuvo basada en sus creencias. En 1519 estalla, como un grito espantoso, la terrible noticia: Quetzalcóatll ha regresado. Desde el primer momento Moctezuma sabe que su reino se ha acabado, que las profecías sa han cumplido, que la lucha contra un dios es imposible. Entonces sigue el único camino abierto, la única forma de oponerse a un dios: obtener la ayuda de los otros dioses y tratar de convencer a Quetzalcóatll de que se regrese.





Por un lado, envía a Cortés las insignias del dios: el penacho de plumas, la máscara de oro y los numerosos regalos con que espera convencerlo. Éstos lo convencen; pero precisamente de lo opuesto a lo que deseaba Moctezuma, o sea, de seguir su marcha, engolosinado por el oro.





Por otro lado, reúne Moctezuma a los sacerdotes y a los brujos que, tras largas discusiones, deciden llevar contra Cortés toda una campaña mágica que lo inmovilizará. Como era de esperarse, una tras otra fracasan las tretas. Los embrujos son infructuosos y, sin hacer caso de la desesperación de Moctezuma, Cortés se presenta un día ante las puertas de México.





Moctezuma, por última vez representa su papel de rey y sale a recibir al conquistador: "Ya que llegábamos cerca de México a donde estaban otras torrecillas, se apeó el gran Moctezuma de las andas y traíanle de brazo aquellos grandes caciques, y debajo de un palio muy riquísimo a maravilla, y el color de plumas verdes con grandes labores de oro, con mucha argentería y perlas y piedras chalchius, que colgaban de unas como bordaduras, que hubo mucho que mirar en ello. Y el gran Moctezuma venía muy ricamente ataviado según su usanza y traía calzados unos como cotaras, que así se dice lo que calzan; las suelas de oro y muy preciada pedrería por encima en ellas, y los cuatro señores que le traían del brazo venían con rica manera de vestidos a su usanza, que parece ser se los tenían aparejados en el camino para entrar con su Señor, que no traían los vestidos con los que nos fueron a recibir, y venían, sin que ellos cuatro señores que venían delante del gran Montezuma, barriendo el suelo por donde había de pisar, y le ponían mantas porque no pisase la tierra. Todos estos señores ni por pensamiento le miraban en la cara, sino los ojos bajos y con mucho acatao, excepto aquellos cuatro deudos y sobrinos suyos que lo llevaban del brazo, Y como Cortés vio y entendió y le dijeron que venía el gran Montezuma, se apeó del caballo y desde que llegó cerca de Montezuma, a una se hicieron grandes acatos. El Montezuma le dio el bienvenido y nuestro Cortés le respondió con doña Marina que él fuese el muy bien estado; y paréceme que Cortés, con la lengua doña Marina, que iba junto a Cortés, le daba la mano derecha y Montezuma no la quiso y se la dio a Cortés. Y entonces sacó Cortés un collar que traía muy a mano de unas piedras de vidrio, que ya he dicho que se dicen margaritas, que tienen dentro de sí muchas labores y diversidad de colores y venía ensartado en unos cordones de oro con almizcle porque diesen buen olor, y se le echó al cuello al gran Montezuma y cuando se le puso le iba a abrazar y aquellos grandes señores que iban con Montezuma le tuvieron el brazo a Cortés que no le abrazase, porque lo tenían por menosprecio".





Tomado de:


http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/fondo2000/vol2/05/htm/libro62.htm